lunedì, dicembre 31, 2007

Imagen sin


Una película sin subtítulos; dramática, satírica, utópica, lúdica, estratégica, cómica, horrenda, fraternal, hermosa, mentirosa, impresionante, animal, gigante, asexuada, maldita, italiana, muda, budista, en blanco y negro, magenta, a veces, esta película; es.


El tiempo no espera a nadie. Fue hace veinte y tantas horas que dieron las nueve de la mañana, hace una semana que estuve en Quinta Normal, un mes que estuve con mi hermana mayor, hace seis meses que viajé a Linares, un año que no lo podía creer, hace dos que no podía levantarme de la cama, hubo un tiempo que comí sólo rabia, sentí dolor y hace unos cinco años que no tengo recreos con timbre de salida. Sin embargo, hay que seguir, porque camina camino que nos queda cabeza, aunque, me mantengo recordando.


Vivimos recordando gracias nuestra máquina cerebral, almacén de nombres, olores y jugador principal de conocimientos, nuestro mejor enemigo. Mas, nunca es suficiente, nada pareciera que nos satisface al momento de recordar o vivir, por eso recurrimos a objetos que nos inyectan despiertos lo mismo que producimos cuando dormimos. Así, jugamos con la computadora, emulamos a la realidad, jugamos con la televisión, creamos espacios tras, sobre, entre y bajo otros espacios, sólo para sentirnos dueños de múltiples realidades, para olvidar a la que nos rodea y jugar con la mejor intención sin notar el sabor implícito del “control por sobre todo”.

“Soy un gladiador. Tengo alas. Soy un oso. Soy una bestia. Soy una Amazona. Soy un país, un camión, un auto, una llave, hormiga, soy una telaraña. Puedo ganar.”

Estando solos nos sentimos eternos, saltando imaginarios, usando máquinas, escuchando ruidos que en la costumbre logran ser hermosos para luego semejarse al concepto de música, enajenamos a la realidad para sentirnos mejor ¡NO!
Miramos cuerpos, moldeamos y nos moldean ideales, escupimos inseguridades y nos escupen por no ser “parecidos” pues sólo somos “feos” y los feos no sirven si estos no desean dejar de serlo, si son extraños, si piensan mucho, si no saben comunicarse perecerán. Y así, nos recalcan con sus discursos subliminales que somos la necesidad de la necesidad, vamos por la vida escuchando el resonar de los discursos impersonales del sistema, porque debemos ser un hombre o mujer que maneje bien sus irrealidades para que cuando pretenda hacer algo real decante, sucumba o se detenga, se detenga al notar que es imposible lo que piensa. Pues la vida los rellena de miedos, miedos al rechazo, miedo a fracasar ¿Y si lo pensando es un Fracaso?
Es lo absurdo de lo pensado, la cabeza es absurda, yo nunca he hecho nada…
Centenares de baldes de aceite caen sobre el mundo real, mundo ahora absurdo, absurdo controlado, absurdo detenido, absurdo manipulado. Los grandes hombres del sistema logran que otros recuerden su inadaptabilidad, su hipertrofia social y mental, manteniendo así en control a los demás que rechazados se ocultan en sus casas pensando como lograr lo increíble hasta drogarse por completo de sí mismos, forzados a ser estúpidos por el bien del sistema.

RECHAZADO INADAPTADO RECHAZADA ESTÚPIDO TARADO ENAJENADO



Hoy la mayoría de los seres bípedos y que manejan algún tipo de lenguaje se comunican por medio de las redes interconectadas. Ya no corresponde pensar que sólo los nerds computines son los mejores amigos de la obesidad, la antisocialidad y la discapacidad adaptativa de años atrás. Hoy, la mayoría de los seres humanos, tienen por mejor amigo a la televisión, Internet y/o al computador y por ende el porcentaje de discapacidad social ha ido en aumento con el pasar de los años. Situación que “pareciera” que nos arrincona cada vez más a ser los enemigos de emociones normales como el rechazo, obsesos por evitar la realidad o suprimir el sufrimiento. Relegando a la mayoría a ser observadores, concientes o inconcientes, a ser marionetas sobre un sillón, sofá o silla a jugar con la cajita de los sueños del mañana. Inventando colores, personajes, formas de ser, etc.

ES UNA PELÍCULA que los mantendrá como protagonistas y guionistas por siempre, situación atractiva para los manipuladores de “Plano Americano”, para los rechazados, para los cobardes, para los malditos, para los don nadie, quienes nos han dado a conocer la idea de ser la necesidad de la necesidad.

Materializando lo insoportable

Recostados, sentados, de pie, cantando, corriendo, tocando, caminando, dormitando todos cambian de canal desde alguna parte del globo en este momento.

“Hay leones, avestruces, cacatúas y cocodrilos. Las mujeres en Vietnam recogen arroz. Hombres en Zaire Niños en Ruanda. Perros de Nueva York que son asesinados por un grupo de nazis. Violadores en Japón. Caen los muros de Berlín. Cuatro grados en Malasia. María Antonieta está siendo guillotinada. El río Nilo cada vez está más seco. Caen los Kamikaze sobre Pearl Harbor. Las maravillas del mundo comienzan por la muralla China. La hija de cierta ex modelo es entrevistada en el cable. Matan a un niño y a su madre. Recabarren habla con los trabajadores chilenos. Mientras jugaban en el patio de su abuela matan a cinco niñas. La miscelánea de los canales nacionales embadurnan de idiotez a los promedio. Miles de cámaras salen de sus regalos en este momento. Cien hombres corren por Oakland. Nace el hijo de algún político. No hay nada que ver en la televisión."

No comprendo. No comprendo para qué las series de la niñez armaron a miles, por no decir a todos, de historias sobrenaturales, de monstruos, hadas, sirenas, piratas, soldados y demases, si hoy la imaginación no le sirve a todos esos miles. No comprendo cuando me detuve a pensar en el tiempo. Si es necesario saber que la razón de nuestra búsqueda del Ser feliz se basa en el control. Si las imágenes soportan, crean o alimentan a nuestras inseguridades, si nos alimentan de basura “feliz” e irreal, nos inflan de risas, llantos y sentimientos olvidados y que olvidamos, redireccionándonos cada vez que no tenemos a alguien que nos importa para conversar. Comprendo que mientras más vivo más comprendo que la realidad es tan fina como lo demás, sin embargo, no todos están “de más”, pero no comprendo por qué la frase de algunos es desaparecer si en primer lugar es lo que ellos no esperan, es lo que la atención les deja a esos hijos de la idiotez perfecta.

¡ATENCIÓN!
¡Ambición!
PISOTEAME
¡COMPITE!
IMBÉCIL… bello.


Las Diferencias no existen en lo aparente sino que se sustentan de lo igual para reafirmarse mientras alguien crea que existen.


Las imágenes, quieren que necesitemos de ellas, desean que sus realidades múltiples sean lo primero para nosotros. Y es porque usamos sin pensar que es abuso de las imágenes ¿Cuántas imágenes se cruzan con “nosotros” diariamente?
¿Cuántas copias perfectas deambulan entre nosotros?
Son telas, se pintan, cortan, alargan, enanchan, agrandan o quitan para tratar de diferenciarse de todos estos iguales que caminan en pos del tiempo. Nos pintamos, nos alargamos, engordamos, adelgazamos, porque las necesidades del instinto del hombre del siglo XXI se basa en las imágenes y control del tiempo imposible. Porque cada uno por separado interactúa desde el Ego para tratar de llegar a los otros, otros que no son sino cerdos elegidos para la merienda, elegidos para ser usados.

mercoledì, dicembre 05, 2007

NO 1984


La necesidad de tener un homónimo pareciera que por estos días es total y absolutamente necesaria para la gente como yo. Gente que no es ni muy baja ni alta, ni muy sureña ni muy nortina, que ni siquiera sabe si Chile es su casa, gente que, tal vez, desconoce la razón de su misma procedencia.

Al mirar los caminos, pensaba un poco de todo. Estuve una hora apoyada del vidrio de un bus, jugando con mis dedos y la corriente tibia del Santiago capital, mientras mi cabeza se sacudía y con ello las inseguridades se sentaban junto a mí.
Miré a la gente pasar, seria, inmaculada, ellos miraban como si quisieran algo. Algo basado en suposiciones ridículas de un lenguaje que no tiene más espacio que en mi imaginario o ¿será en el “nuestro”?

NO

Y así, recordaba, por qué me gusta tanto salir a pasear....

La música inundaba el calor de la ciudad, la intolerancia a las sacudidas de micros me despertó un tanto de 'la actualidad', para remontar a la esencia del mareado infante, quien sin control siempre pide una bolsita al papá o le dice a la mamá que le duele la guatita y que porfavor pare el auto…porque no puede seguir viajando.

El aire tibio jugaba entre mis dedos, lo mejor era la música y el tambor latino de lo que oía por mis audífos traperos. Pasando por recuerdos, mientras viajo, me resbalo por los asientos grises. Unos escolares me miran. Su helado rojo y amarillo se derrite por entre sus dedos. Esa imagen fue agradable, hasta que una de ellos me mostró la suciedad del tira plásticos por la ventana. Seguí mirando los autos, cambié de canción y seguí recordando. Los rayados de antaño en las micros de provincia eran mejores que la pseudo pulcritud de estas cuncunas deformes que quieren imponer como orden y ley, sin tener nada de lo anterior dicho. Recuerdo aquella música tropical del chofer, el buenos días y buenas tardes en la micro, los asientos juntos, su escaso espacio, el ceda el asiento con monitos rojos, el sillón del junior al lado del chofer, mis rodillas apoyadas sobre la madera del que va sentado adelante, las cortinas verdes o marrón de las ventanas, viaje que hoy extraña a los sillones de ‘cuerina’ que hoy de plástico hacen cada vez más incómodo el viaje y que sólo me recuerdan "que lo sucio de antes es hoy más limpio que nunca".

El calor se elevaba cada vez más, mi vestido rayado no ayudaba a olvidarlo. Un cantor ambulante sin canto, un vendedor de helados derretidos y caros, unas mujeres hablando fuerte, el viejo coqueto que no sabe lo que mira pero sabe lo que hace, yo sin querer, observando, por fin estaba en mi naturaleza, observando...como antes.

Ya casi llegaba al parque, mi reloj marcaba las tres de la tarde. Tenía muchos deseos de compartir este momento con alguien, alguien amado o amada, pero el tiempo es malvado y me los quita siempre que los requiero. Debo aceptarlo, la gente crece y cambia. Apreté el botón para bajar. Caminé por entre la gente y, mientras miraba a la fauna capital de aquel lugar, mi cerebro no paraba de gritar que sólo paz tenía para disfrutar en ese instante y que debía aprovechar el tiempo.

No había razón. Sentía pena. Tenía nostalgia del eterno compañero, de mi ideal irreal, extrañaba así a ese padre o madre que estaba contigo a todas horas, de aquel protector como nadie, aquel maestro que hoy no tiene sentido. Mas, sentía que era la hora de los que no están y el tiempo para recordar que lo que has dicho siempre, nacimos solos para morir solos, no quiero que se cumpla. Subí el volumen y seguí andando entre la tierra. Quise olvidar, erradicarme " no 1984, no 1984". No perteneces, no correspondes, no existes aunque te vean. No eres. No hay conjunto que te retenga. No hay hombre que te ame y no te odie. No hay amigo que no quiera tu mal. NO 1984, NO. A lo lejos, niños, volantines, parejas, botes, motos y tú. Me subí sin titubear, pasé entre unas pequeñas gemelas de unos tres años que gritaban felices, mientras sus papás corrían. La canción era “Duvet” y yo sin tiempo. Puse mi bolso sobre mis piernas, lo aseguré entre mi brazo y el equilibrio. Comencé a volar. Cada vez más fuerte, adelante y atrás, adelante y atrás. No pensé. Miré mis pies. Reí. Era exquisito ¡Mamá, más fuerte, más fuerte! Tú y ella, aquel y usted, miren que estoy volando...

El celular sonó para desgarrarme, frenando aquel “se siente bien”, para despertarme desnuda entre aquella peligrosidad sucia, sola y agreste plaza, y un joven adulto que no quiere dejar de ser niño. Y otra ves sucedió...Caminé. Lloré. Me mentí y escapé de allí. No quise recordar lo que oí, "NO 1984 ¿Quién te quiere? ¿Quién te trajo? Ven conmigo. Sólo si no nos ven. Quédate, sólo si eres para mi. NO 1984, eres aún una niña, por eso no vales lo que quieres. Nunca lo pediste. Se hacía cada vez mas tarde y sólo quería un abrazo. Abrazo insignificante que busqué luego en un amigo, el cual me recordó lo que no quise saborear...

¡Maldito, Maldita soy!


Soy odiada, evitada, querida y no me basta. Eres mala porque nunca agradeces. Nada es suficiente para ti. Todos somos pequeños. Insegura, ¡Maldita! ¡Mátate perra! todos te usan. Tu padre, tu hermana, tu misma te usas para matarte pensando en lo inevitable del ser...NO.

Sin embargo, existo, me reconocen y consideran para matar y para todo lo vivo. Para pensar entre dos y morirme sola sin poder evitarlo.




martedì, novembre 13, 2007

L

…iberad

Todo pareciera perdido.

No hay caso para la vida, no tiene caso buscar a las personas. No existe realidad que una a la gente. Todos siempre andan entre murallas. Van separados, divididos, consternados y, a su vez, mimetizados. Y es esa mimesis la cual los fragmenta de sí mismos, los va pudriendo, llenando de insuficiencias, de carencias materiales, de necesidades terciarias que los detienen a encontrarse. Mas en su olvido aún conservan ese descaro, el descaro de reprocharle a la vida todo lo que su indolencia les ha hecho padecer. Porque las calles están llevando a la nada, la ropa, los nombres y las poses. Pues la muchedumbre observa feliz al verano que se aproxima. Todos esperan que la vida se ilumine junto a los carteles que camuflan a la ciudad. La identidad se va diluyendo entre las corrientes que un metro asfixiante te permite matar.

Todo parece perdido porque todo se une en los desprecios. Las ideologías, el capital, los gobiernos, las tendencias, las universidades, los códigos postales, las jergas y las familias, pues todos desprecian a cualquiera, cualquiera que no pretenda perderse en ellas.

¿Y si acaso quiero llorar en medio de una fiesta?

No puedes

¿Si quiero reir en una charla?

No está permitido

¿Si deseo besar a un desconocido?

No es correcto

¿Si pretendo ser otra u otro?

No lo aceptarían

¿Si soy yo misma?

No está permitido

¿Si amo sin ser amada?

No es correcto

No existen deseos de creer en algo, de levantarse, mirar, querer. Todo es absurdo, un gran absurdo tan igual como cualquier poder, codicia, comprensión o idioma. Y todo esto porque el tiempo no entiende, las mareas no hablan, las almohadas no aconsejan y porque nunca estará lo que tanto anhelas...

… Sé que mientras caminas, mientras se dibuja un rostro sobre algún espejo en el metro, vidrio o vitrina, la música contemplativamente te advierte que no hay nada, no hay por qué seguir buscando. Porque no quieres o tienes que ver a nadie, porque no te permites aceptar que lo correcto no existe y que tan sólo existe lo que quieres. Pero lo has olvidado.

Tus sentidos no responden, no logras sentir o escuchar. Quieres estar solo, tendido en tu rincón, olvidando al mundo, a todos, descascarando al odio y temiendo a tu incorrecto.

En tanto, pensaremos en ese “algún llegará”. Llegará el lugar en dónde no tengamos que salir a buscar, en dónde no debamos morir por nada ni cambiar de nombres, piel o idioma para alcanzarlo. Será ese día cuando todos abran sus mentes, cuando acepten lo que piensan, desean y no teman de ser lo que son. Cuando tranquila una mujer se siente en medio de hombres sin tener que ser un hombre más para que la miren con respeto. Será el día que un hombre no tenga que ser femenino para que parezca comprensivo. Cuando una señora deje de pintarse para que la miren en la calle. Será el día que un adulto deje de alardear lo que come o habrá de comer para sentirse suficiente consigo mismo. Llegará el día que un niño tenga que ser latino, negro o inmigrante para no tener problemas con la ley. Cuando un europeo quiera ser del tercer mundo. Llegará el día en que América no sea América sino otro lugar. Y cuando ese día llegue, cuando no sea América lograré encontrarme, porque sé que estarás allí…

giovedì, novembre 01, 2007

ROTAMUNDO



Sobre la calle una tienda, un perro, unas putas y mucha suciedad. Asfaltos aplastados en el desamparo de lo inhumano. Una chaqueta café recuerda. Una mujer junto a su amante caminan. Hace un poco de frío y pareciera que es 1960 en las calles de Rotamundo.

Un cuello se eriza. Una mujer canta en algún salón. Un hombre corre desde el callejón nueve. Los viejos de la vulcanización gritan mientras un equipo anota puntos. La colorina en la esquina de siempre espera por algún hombre con suerte para ofrecerle amor por billetes esta noche.

Sobre la calle unos cigarros. Un hombre los recoge y es feliz mientras enciende el primero. Su chaqueta café saluda a los agujeros que sus bolsillos traen. Agujeros en el estomago, ideas y sociedad. Y es que hace unos días que se gastó todo lo que tenía por culpa de una apuesta, caballo número catorce que hoy quisiera muerto.

Sigue caminando. Llega al Bar número tres. Siempre le ha gustado ese número. Según él por aquella fascinación por las tres puntas, dos cunas, un círculo y todo lo que él pudiera contener... El tres le fascina, porque es como las esposas policiales, esas abiertas, útiles, fuertes y que nunca están de más… no son como él…

…A veces él habla solo, mientras escupe por la calles cada vez que quiere encontrar suerte en las noches del desamor…

Sigue caminando. Una morena de pelo ondulado junto a la entrada del Bar. Esa mujer lo mira, lo mira como queriendo algo, como queriendo algo más que fuego para un cigarro. Él sabe lo que ella desea, pues esa mujer quisiera que la salvaran de sus insufribles treinta años, treinta años de analfabetismo, de gastados tacones ninguneados que la mantienen erguida sobre un vodka, sobre aquella pobreza y sobre aquella puerta vieja que hasta él ignora.

Cruza la entrada. No hay mucho dinero, ni amigos ni conocidos, ni casa ni alma. Tomará cualquier cosa que su bolsillo pueda pagar.

Mira a su alrededor, pide un trago. Luego pide otro y otro más. El reloj avanza rápidamente sobre todos sus sentidos.

Gira su vista y en la barra otra mujer. La mira, no puede saber su edad exacta. Tiene el pelo tomado y liso. Sus pechos sobresalen, casi invitándolo a que los toquen sin permiso. Usa una especie de vestido completo y corto, medias caladas, piernas magníficas. Esa mujer de la barra no tiene rostro ni boca, ni nombre ni edad, sus defectos no interesan esta noche. Le paga al tipo de pechera negra. Lo mira un rato. Un cigarrillo humeante invade la garganta de la mujer. Quisieran saber hasta donde llegarían esta noche con un poco más de tiempo en la carrera nocturna.

Las risas van y vienen. Le invita otro trago. Bailan. Se rozan. Él no escucha nada de lo que ella habla. Ella no piensa nada de lo que él no dice. La toma por la cintura. Se acarician. La besa por el cuello, baja hasta su clavícula, mientras desliza sus manos debajo de la falda corta. Ella lo detiene, dirigiendo el baile suavemente, llevando su mano derecha directo a su pecho acelerado.

¡Oiga, Hombre, tráigame dos más ahora!

Le muerde la oreja. Le dice que lo desea. Siguen riendo. Él no la oye. La mujer lo aprieta y se deja caer para olvidar cualquier cosa que pudiera recordar.

Tócame

Le desabrocha los primeros dos botones de la camisa. Lo lleva hacia la esquina del bar. Lo besa, juega, toma su cuello y le dice: Soy una basura que usa a la gente, para que la gente me use. La mujer ríe y se bambolea ansiosa hasta que se produce un silencio en la música.

La puerta se cierra con estrépito. Los ojos negros de la mujer se horrorizan y la seducción se olvida.

¡Oye mierda!

¡Suéltala mierda que esta puta se va conmigo!

La mujer cae al suelo. Por la espalda el segundo hombre le entierra su puño izquierdo. El otro cae. Sujeta un vaso. Con fuerza lo levanta. Lo quiebra sobre la nariz del intruso. Sin embargo, la ebriedad del momento hace que el seudo vencedor caiga como plomo sobre su propio impulso…

¡Ayuda! ¡Dios, Dios mió! ¡Ayuda!

El aturdido camina encorvado hacia una silla. Toca su nariz. Se apoya. Mete su mano en su chaqueta a cuadros, mientras se afirma la nariz con un pañuelo azul. Desesperada, la mujer sigue gritando y por fin su boca deforme parece notarse. El cantinero coge el teléfono. El segundo hombre sobre el piso aún no reacciona. El hombre enfurecido desenfunda desde su bolsillo un revolver... No logro distinguir el calibre...


¡Por favor, Jimmy, Por favor cálmate!


¡Yo te amo, Jimmy!


¡Vamos a la casa!


¡Jimmy, te amo!


¡Cállate puta!

Las sirenas no existen. Un bar colmado de ebrios. Un hombre de chaqueta café sobre el suelo. En la calle unos perros, putas y el frío sigue en aumento. Un cantinero semi vivo trata de mover un cuerpo. Una mujer de corta falda sale del local en brazos de su amante. No hay identificaciones que inmaculen este momento. La temperatura desciende. La música vuelve a subir. Algunos gritos en la pista de baile. El Bar número tres grita Rotamundo en 1960.

lunedì, ottobre 22, 2007


Auxilio. Grita la niña, el hombre, un perro y la calle.

Auxilio. Dice la puerta, la llave, el cuarto y un revolver.

Auxilio. A pedazos caen las costumbres, amigos, funciones y explicaciones.

Auxilio. Hermano no existes si cruzas esa puerta.

Auxilio. La sangre entra, el hambre, la cobardía y la historia.

Auxilio. La vida sale, lucha y se resigna a perecer.

Auxilio. Me mira, se impone y me ataca.

Auxilio. La calle mojada con púrpuras pinta de rabia al cielo revolucionado.

Auxilio. La alcoba resuena…

Las balas constriñen a las murallas.

Las murallas golpean a la gente.

La gente no entiende mientras se llueven sus casas.

Las casas no sienten que nada existe porque no se comprenden mientras se embadurnan de barro. Barro de arroz, trigo y soledad.

Soledad de la realidad, poseída ante lo necesario, ante lo infeliz y desde lo incomprendido.

Lo sé porque estoy perdido, porque sólo me camuflo en mi miseria, en el extinto proceder del igual. Igual barato, comprado, pisado y escupido.

Sobre mi orgullo me encuentro, derramando un auxilio para mi pequeño y enjuto cuerpo. Pedazo de carne embustera, traidora y cobarde humana que tanto debe y nada hace.

Perdóname. Hermano, perdóname.

Perdóname por lo que nunca hice y siempre deberé.

¿Quien te ha despojado?

Despojados somos todos desde que nacemos sin querer.

¿Quién me ha devorado?

Devorados por las masas y la impune falsa alarma de la conciencia altiva.

¿Quién te ha traicionado?

Traicionado desde un nombre, número y país. Falso boto que te obliga a querer, hablar, respirar o temer. Traicionando a tu padre, a tu madre y a tu hermano. Hasta despojarte de la conciencia, de la felicidad por treinta minutos…veintinueve…veinte…quince…diez…

…no funcionará tu Control

Off

Auxilio. Ha sido en la tarde. Ha sido mi boca desde el miedo de junio y septiembre la que dijo lo indebido y no se perdonará jamás.

Y te lo pido sin desearlo “Perdóname…porfavor, perdóname.”

Auxilio. Una camiseta de ira roja se desploma sobre la madera.

A pedazos un corazón implosionado cae bajo la lluvia.

Auxilio… Grita la niña, el hombre, un perro y la calle…






…Auxilio de todos.

mercoledì, settembre 12, 2007

Graciela



Quisiera ser un poco como tú, sólo un poco.

Quisiera llorar como tú, sentir como tú. Aprender a luchar, creer, tener tu consecuencia y ser sin temer tanto.

Quisiera ver la vida cómo alguna vez la viste. Adueñarme de sus abrazos, conocer a la tierra como era antes de convertirse en nada.

Quisiera tanto haber nacido como tú, más sencilla y llena de honores. Haber elegido bajo una cama esconderme de la oscuridad, bajo una mesa acompañar a mi madre. Quisiera tantas veces haber sido tan buena como tú, no tener absurdos, no creerme de cristal.

Quisiera dejar de extrañarte, botar la gran pena que tengo cuando en las noches no te siento, alejar la cobardía de mi alma y aceptar que algún día todo deberá terminar.

Quisiera que tal vez entendieras que eres única y la más hermosa.

Quisiera poder saber lo que es extrañar de verdad sin haber siquiera conocido el amor de un padre.

Tantas veces he llorado, tantos y tantos fueros los tiempos que a tu lado pasé cuando nadie podía salvarme. No tengo forma de contener los recuerdos. Ya no hay manera de comprender a los errores que he albergado.

Sin embargo, aquí siempre has estado, en el perdido rincón de mi inconciencia apareces. Viva, pensante, eterna y verdadera. Eres mi todo, mi amado tesoro, lo más hermoso que alguien ha podido darme, lo más preciado que alguna vez he conocido. Eres mi madre, para mi eres mi madre y no tan sólo un ángel plateado. Eres una amiga sabia con corazón de gigante, eres lo que nadie más abarca, lo que todos desconocen y creen no necesitar.

Mas quisiera poder detenerte otra vez, decirte con toda la piel que yo soy tuya pues sin ti no sé que hacer. Eres mi cariño. Mi cariño ha sido construido desde cenizas para las generaciones. Eres tú, desde que supe decir por favor. Eres tú como antes tu madre, luego la mía quien casi hermana me tuvo para enseñarme que tú eres la que ha juntado todo y ha enseñado a ser sin querer dañarnos. Y es sólo porque eres tan hermosa, hermosa como nunca ha sido nadie capaz de hacerme sentir el amor con una sola palabra.

Mas no logro vencer el dolor que tengo cada vez que no puedo verte. No puedo destruir a los fantasmas que atormentan tu andar. Ese andar cansado y lleno de nocturnos.

Ese andar nocturno y lleno de retazos. De retazos llenos de pasado que hacen de mi algo casi irreal y que te convierten en la reina de la vida, en la vida de la misma naturaleza.

Porque siempre has de ser, lo primero que pienso cuando pretendo crecer. Porque siempre fuiste la madre de todos mis pensamientos. Un te amo no es suficiente. Porque no es suficiente que tanto piense, si decir que “soy por ti” es lo primero.

mercoledì, settembre 05, 2007

LIBERTAD


La libertad es política.

Libertad quiso a los hombres.

Y entre ellos, entre ellos se hizo y en sus espacios se unió.

Libertad los necesita.

Libertad lo es todo y sin ella, sin ella locos se vuelven intentando conservarla.

Libertad quiso ser femenina.

Libertad quiso permanecer entre nosotros.

Libertad es para los hombres.

Libertad para comprender.

Libertad es ella en si misma.

Libertad nunca logró ser sin hombres.

Libertad nunca podrá ser fuera de este mundo.

Quisieras libertad ser una Mujer.

Quisieras Libertad crearnos entre iguales.

Quisieras libertad haber sido hecha.

Quisieras Libertad no ser Política.

domenica, settembre 02, 2007

SUR



Quisieras mi amor quisieras

Quisieras mi amor enterrar,

Quisieras amor tuviéramos Más atajos para comprender

Quisieras mi amor quisieras

Que yo volara tal vez

Que yo temiese quizás

Quisieras amor me quisieras

Quisiera mi amor olvidar

Sur…

…Al Sur…

Necesito Sur. Sueño con sus montes. Su humedad. Siento su llamado. Me quiere consigo tomar desde mi angustia para dejarnos solos, solos, unidos otra vez.

Necesito Sur pues me ahogo entre tanta gente y la gente me quiere destrozar el temple. Necesito de caminos de tierra, de lluvias sin control, necesito recordar lo sencillo de no tener nada más que una casa, “del no necesitar”, de no querer más que a la vida misma; mis padres, sólo a mis padres…

…Cada vez que me despierto, cada pliegue de mi cama se encuentra en total conjunción para dar calor. Los muebles congelados miran cada silencio de mi rededor, la ventana siempre está semi abierta, las almohadas rodean la estancia, mi pelo alborotado sugiere que suspire por los sueños juveniles que mi imaginación pretende, mi mano izquierda sobre la frente y mi brazo derecho bajo otra almohada. Cada vez que despierto deseo que la noche madrugase, anhelo otra vez despertar entre las sombras de una mañana húmeda y tan llena de amor, ese amor incontrolable y hecho para protegerme de todos los que quieren sacrificar mi tranquilidad en pos de una diversión temporal. Cada vez que despierto, cada vez que despierto quisiera otra vez estar dónde nunca más lograré retornar...

Quiero abrir las ventanas, quiero gritar que estoy en Sur, quiero desgarrarme la vida, quiero que me escuchen sin que diga más que un nombre o tal vez un beso entregar, comprendida, completamente atada. Quiero ser de todos entendible y a la vez quisiera que nadie supiera que existo, sin embargo el querer no importa, ni mañana ni pasado, ni en futuro ni en posible. No estoy aquí, nunca lo estuve, soy la imagen de la imagen, la copia de mi madre, el insulto de mi padre, la emulación de mis hermanas, la sombra de mi abuela, soy la espina de mi abuelo, soy la herida de mi madre, la inocencia de mis hijos, la ternura de mi tío, la rabia de mis tías, soy la sangre de mi sangre, soy la mujer del nunca más. Sin embargo, no estoy y sin querer sólo estoy para quien quiera que esté.

Cada vez que cierro los ojos quisiera estar de pie, tener los pies desnudos, rozar el agua levemente, silbar mientras nos adentramos al lago, reírme de las morisquetas de mi hermana, fotografiar un pez colorido, jugar con el aplauso de las olas, tocar el agua dulce con mis dedos, hacer burbujas, reír bajo el sol del medio día. Cada vez que cierro los ojos quisiera vivir otra vez, vivir para dejar de sentirme perdida…perdida en este universo oscuro, silencioso, vacío. Nadie acaso logra comprender lo que una mujer como yo siente, acaso tan lejos ha llegado mi locura que ni siquiera mi sueño puede quererme…

Lo absoluto de lo que pienso me tiene extraviada, me mantiene soñando, me dice que respire, mas no lo sé, no sé si estoy o soy, tampoco sé si quiero o sólo no siento, pero sé que…

Necesito Sur, quisiera llorar en él, quisiera morder mi tristeza, comer de ella, correr de todos estos extraños, transformarme, comer el dolor y hacerlo ropa; de colores, traviesa, larga, ancha, con botones, larga, calurosa, apretada; crearla energía y dejarla morir, morir mientras es sin futuro…

Por Dios sin él…

Por Dios sin ser, por Dios locura, por Dios mujer

Nunca he soñado con ser más que feliz y eme aquí dudando de mi otra vez,

Por Dios…Por Dios…

Por Dios sin él…

Por Dios… Por Dios Mujer.

sabato, settembre 01, 2007

Arrebato sin Fortuna


No quiero ¡Por Dios que no quiero PENSAR!

Me revienta la cabeza, he dormido, sí he dormido y no quiero dormir más, sin embargo ¡No quiero PENSAR!

La gente es maldita, toda podrida, la gente está podrida toda en si misma y en mi sólo veo que ellos me dan hastío y lo odio

¡Los ODIO!

Odio su vida, odio su forma, odio sus hedores maldichos, maltrechos, malhechos…

PERO pienso en ellos, aquí, ahora, mañana, pasado, son esas Prostitutas, esos Maricones, esos que no soy yo y que me hacen vomitar cada vez que recuerdo que somos contemporáneos y que me hacen pensar en lo que no quiero. Y no quiero...no quiero otra vez querer esta mierda que consume el pensamiento.

Estoy aburrida, me tienen aburrida, porque sólo invaden a mis instintos, mi intimidad, quieren que me convierta en una Maldita llena de rabia, muralla petrificada, maldita mujer, maldita, maldicha, malquerida, MalNacida, me quieren mala como ellos y no puedo detenerlos, detener lo poco y nada que me queda de inocencia, de conciencia, de estupidez, de horror…

Y es mi rabia, tengo rabia, rabia tengo odio dentro y me pudro cada vez que los vuelvo a ver, porque Son esas Putas, esas Perras, esos Maricones, Cabrones,esos malos-malos-malos que venden el alma por ser el centro de la estupidez misma llamada inconsecuencia humana.

¿Y por qué los siento? ¿Por qué los detesto tanto?

Me hacen infeliz, me hacen odiar, hacen que asesine a la gente en los imaginarios de mi Ello. Porque no se detienen, no descansan, los vuelvo a encontrar y no quieren detenerse… quieren que yo desee no querer ser, me provocan, provocan que piense que sentir tanto es una basura tal cual ellos son mientras los veo ser a mí alrededor.

Pero es suficiente por hoy, no seguiré dedicando a sus lastimeras existencias mi tiempo... pobres 'hombres', pobres 'mujeres' que viven de la mierda del resto…

Pero sigan comiendo, sigan alimentándose de la mierda que la cuenta es salada cuando se termina de comer sin tener trabajo.

coman...

...coman...

...coman...

...Coman.

martedì, luglio 17, 2007

ABECEDARIO





Quien sabe qué es hablar bien, si todos al hacerlo sólo tratan de decirlo sin pronunciar lo que quieren que sepamos y no lo que de verdad se habla. Cómo quieren que aprendamos a hablar si siempre nos inventan las formas de decir las cosas sin que sean ciertas, sin que estas mismas sean palabras.

Cómo quieren que aprendamos si mientras nos hablan nos mienten, enredan y transforman, cómo quieren que aprendamos si en su lenguaje no nos ven como hombres o mujeres, sino como blancos libros reciclables, esos que nadie lee porque pareciera que nada traen, esos que nadie compra porque no existen.

¿No ven que somos gente?

¿Somos gente?

¿No ven que somos libres?

Libres que intentan interpretar a la tierra que nos da luz y que nos figura muerte. Cómo no logran percibirnos desde la realidad. Pareciera que las muletillas se han apoderado de sus mentes, de las cabezas del mundo y de nuestro alrededor, con esos diplomáticos síntomas de lo que no queda, suplantándonos entre la gente que come gente, aunque yo no quiera serlo no me permiten vivir equivocada bajo el pulso de mi corazón.

¡Yo no quiero perderme!

¡No quiero que me olviden!

¡Quiero ser yo y no que escriban mi cabeza!

Quiero hablar entre la gente, quiero entender a las personas, quiero que las personas sean ellas, huelan sus pasos, conozcan su camino, que no teman, que sientan la palabra, que no necesiten tanto de lo que no importa.

¡Aprendan lo que importa no lo que quieren que sepamos!

Miren como hablamos, mírense ustedes mismos

¿Qué es lo que quieren?

¿Qué buscan?

No quiero que aren mis ideas, no quiero más que ser yo y comunicarme con ustedes los que también quieren serlo, acaso no ven que podemos seguir sin que nos coman la temple.

Sé que no nos quieren enseñar porque nos temen, saben que los de buen corazón pueden más que los de buenas inversiones.

Desde la voz digo mi nombre, desde las palabras entiendo a la vida, desde mi cabeza funciono para aprender, mas no sé cómo saber desde lo que no es y no me imagino aprendiendo lo que no puedo entender, porque no existe razón que sustente a tanta mentira.

Cómo quieren que aprendamos a hablar si no quieren enseñarnos lo que dice la palabra, pues usan eufemismos y nos enferman de la misericordia como estúpidos, convirtiéndonos luego en pordioseros de estatus, transformándonos al yugo de su sistema. Queriendo lo que no importa y viviendo los ejemplos de libros inservibles, libros para estúpidos, libros que hasta los más despiertos suelen hojear antes de saber para dónde ir.

Cómo pretenden que aprendamos mientras nos dicen hermanos en tanto nos solapan la palabra bajo el escudo de la ausencia.

¡Entiendan, Entiendan!

Yo no quiero esto en mi vida, yo no merezco tanto odio sin haber hecho el mal, porque yo sólo quiero ser libre. Quiero mirar al frente sin sentir vacíos, sin pensar que no hablan lo que yo. Porque sólo quiero ser persona, sólo quiero aprender a decir basta y que sepan que lo digo sin cambiar su significado.

Porque sé que no queremos vivir, seguir viviendo entre este hablar enajenado, este hablar mezquino, este hablar mentiroso, no queremos que nos enseñen lo inentendible, seguir bajo el ridículo, ser vilipendiados, abandonados y tildados de ignorantes, sólo por sentir distinto. Queremos que nos interpreten desde nuestra lengua, esencia natura que nos hizo a la vida, respirar sin miedo y dejar de lado lo que sus mundos les han enseñado a entender.

Porque el sabor de la vida es que todos somos distintos, porque el lenguaje de las personas como nosotros es transparente, profundo, melancólico y hecho a mano. Manos de hombres y mujeres trabajadoras, manos de gente que no está, manos labradoras, cantoras, manos albañilas, poetas, aquellas que han hecho nuestro camino para salir o quedarse. Porque queremos que entiendan que la palabra no es ella en su mal uso y que nunca entenderemos sus promesas y discursos, porque jamás nos han enseñado lo que su cultura implementa. No entendemos…

…Cómo quieren que aprendamos a hablar si no quieren enseñarnos lo que dice la palabra…

mercoledì, luglio 04, 2007

Julio no me quiere












Violencia, sólo me quieres con violencia callar, lo sé porque con aires de grandeza evitas mirarme de frente, omitiendo la realidad que nos aqueja, histriónizando lo mejor que guardas en tu imaginario.

Sé que no me quieres, sé que eres Julio y no me sorprende que sólo quieras que parezcamos distintos. Te llamas Julio como el frío, igual, solitario, temeroso, cruel y meditabundo. Me llamas fría, temerosa, rencorosa, pueril y algo fuera de estos sitios. Tal cual lo sabes, tal cual lo sentiste, tal cual lo eres y fuimos, fue aquella noche que frente a la oscuridad supiste la diferencia que nos pertenece, fueron cosas sobre el tapete, rabias acumuladas y nuestra frialdad la que hizo apretar el alma hasta querer retroceder, retroceder a la mentira para sacar ventaja de la esperanza. Mas ya era tarde, lo sabías y lo supe, fue desde ese momento en que quise mirarte que ya nada pudo frenarnos.

Julio te quiero en torbellinos, pero me decepcionas cada vez que te desconozco. Julio te quiero porque me acoges mientras llueve sin importar si mojo tu cuerpo, pero me alejas, me alejas cada vez que demuestras no querer ser Julio y no querer a nadie. Pero aún así, eres todo lo que espero, mas me haces esperar más de lo que soporto. Julio eres tan inocente, eres tanto, a veces, tan cándido que no puedo dejar de quererte, pero me aterras ¿Por qué? Porque me horrorizas cada vez que te vuelves con tus inviernos locos a lo que sabes no puedo acompañarte.

¿Por qué?

¿Qué quieres de mí?

Matarme

¿Eso intentas?

Empieza por mentirme otra vez

¿Me quieres seguir matando?

¿Quieres desaparecerme?

Di lo que no quieres oír, di que me desprecias, que soy malvada, pérfida, predecible, simétrica, trivial, conformista y una cualquiera…di que no me necesitas, que jamás llegarás a Septiembre, que no importa que yo quiera a Julio si Julio no puedes verte más, que todo ha sido olvidado, que no eres tú sino todo, di que quieres desaparecerme, que los 4 ya no importan ni los 8 o los años que pasan interesan. Dímelo todo para terminar, dime que nunca fuiste en Julio tan olvidado como quieres que lo haga ahora…

…Dilo de una vez, por qué Julio no me quieres.

giovedì, giugno 28, 2007

Hijos del Ocio


"Este texto está dedicado a todos aquellos estúpidos hijos del ocio que se preocupan de lo que el resto es en tanto sus pobres vidas no tienen siquiera más sentido que levantarse y cagar por las mañanas".



¿Acaso no entienden?

No cambia en nada que tenga más años, que mi cuerpo sea distinto, no cambia que mi piel haya girado sus poros y alargado sus comisuras, que mi cabello sea otro o que algunos me crean diferente.

Asimismo, las experiencias no significan nada para todo aquello, porque a pesar de todo éstas no dañarán lo que soy, no cambiarán mi nombre, mi sangre, mis raíces, mi naturaleza, años ...

...Si desde que tengo uso del habla que pronuncio mi nombre, si desde que tengo uso de razón sé lo que es la familia, si canto antes de entender las notas, la abstracción de un compás, los códigos rítmicos, si grito, lloro, es porque mi instinto me indicó cuando debía hacerlo y además se ha mantenido porque sé que todo esto que nace desde mi no modificará su estadía en este cuerpo temporal, porque una sarta de ilusos cree que los prejuicios y/o las discriminaciones sirven para dejar tranquilo su propio patetismo.

¿Por qué cresta quieren que cambie?

No soy mala

No soy lineal

No soy como ustedes quienes no son ni serán como los que temen

No seré lo que quieren que sea

No lo haré

Nunca

Nunca

Jamás

Jamás dejaré que las malditas trancas sociales impregnen mi cabeza de malos hábitos, esos de escupir la mano que te acoge, esos de violar las cláusulas de la lealtad, esos de patrañas y escudos llamados blancos que bendicen lo maldito que "saben" están, esos pútridos creyentes del yoismo y fieles devotos de los intereses que por hoy no me interesa compadecer.

No falsearé lo que soy. No cambiaré por nadie que no me aporte. No me interesa ser lo que creen esos hombres y mujeres de ésta sociedad plástica.

No probaré la mierda de esa gente ignorante, de los llamados así mismos intelectuales juveniles, esa intelectualidad burda, intelectualidad estúpida, ególatras, televisados, mediatizadamente inútiles, esos exagerados, mamones, hijos de la ineptitud y autocompasión, de esos que intentan sentirse mejor solapando al divergente, jactanciosos de la nada de lo que son, esos adictos al halago, esos pobres necesitados de la mano del triunfo social.

Yo, que no soy ni de los unos ni de los otros, les repito frente a frente, que se pueden joder bien jodidos y que mientras sientan que personas como yo u otras les cagan la existencia, les decimos:

VAYANSE A LA CRESTA

Basta de“preocuparse de la paja ajena”, hagan algo de sus vidas aparte de prejuzgar a los que logran hacer más que ustedes "los lame culos".



(...)





(¿y? ¿qué ?)

domenica, giugno 17, 2007

Pinoccio

Lo supe y no sé cómo, pero todo se confabuló esta madrugada para ser descubierto.

Sentada frente al computador, junto a una agradable estufa a gas, una indescriptible ola de vació sube desde mi estomago hacia las palabras y recuerdos, reconfigurando a la realidad, en tanto, mis ojos procesan incrédulos todo lo sucedido...

...Es injusto elegir basura por amor, intercambiar sensatez por egoísmos y ser digna hasta el final es lo más injusto que la lógica te puede entregar después de sentir que te traicionan.

La vida es cruel cuando estás despierta, pero es necesario ese modo de vivirla; te destruyen, aprendes, soportan, reconstruyes; y te fascinas porque es el mayor problema para resolver si tu inteligencia lo permite. Todo debe cambiar para trascender, a pesar de que intentes evadir lo inevitable y sus pérdidas obvias, sin embargo, nada es suficiente para sentir paz mientras lo sabes. Nada.

Mi cabeza escucha una y otra vez la canción de la semana, la jaqueca aumenta con el avance de las oraciones y mi corazón no siente nada más que los sonidos de las teclas escribiendo, pues ya no puedo llorar, no logro llorar, tengo pena pero, sin ser cursi, no tengo lágrimas. Y no es porque las haya acabado o por alguna falla biológica en mi sistema, sino que simplemente cuando eliges suprimir de tu vida algo o alguien que te falla en todas sus formas durante su existencia junto a ti, pierdes toda capacidad de abandono por eso que “ya no fue ni es”.

Por todo eso, es que estas palabras están hoy aquí, porque las mentiras merecen una columna, la hipocresía, la estupidez, la soledad, pues deben ser leídas alguna vez por sus hechores y/o sus afectados. Hoy, desde mi mundo enajenado, lejos de los cuentos y críticas sociales, intento describir algo de lo que la mentira, en este caso, puede hacer sobre la capacidad de abandono emocional, es decir sobre los “puros” sentimientos.

Siempre he sabido que los polos son extremos complejos y que deben, durante el paso del uno al otro, tener un lapso neutro, breve, alejado de ambos para llegar al equilibrio y no romperse al llegar a expresarlos. Pero esta vez, la imposibilidad de llorar me hace llegar más allá del abandono (extremo) y toca mi cabeza llegando a la conciencia de asesinar recuerdos basados en una simple y fugaz mentira. Situación que explica lo dicho anteriormente, y que demuestra que el cerebro es frágil ante los estímulos, estímulos que en este caso, basado en el concepto mentira no logra seguir el paso natural de sentir felicidad o dolor por la pérdida de un ser querido, ya que al iniciar la conciencia de la pena, es decir pasar de un estado totalmente normal al abandono emotivo, en este caso por el llanto lo logras, pero al estimular este proceso con la información del concepto “mentira”, gatillas a la emoción "desilusión" anulando el lapso breve para llegar al abandono y, por ende, cualquier posibilidad de catarsis, desechando cualquier otro sentimiento hasta asesinarlo por completo.

Es mejor saber que no es imposible decir a la cara lo que se piensa, no es imposible entregar más por otro que por ti, no es irreal decir la verdad por sobre todas las cosas, pero, lamentablemente, me tocó conocer a algunos individuos, desprendidos de la masa amorfa, que piensan lo contrario. Craso error para los pueriles ilusos que intentan controlar el mundo por medio de la manipulación de información. Se anulan a si mismos de ser sentidos como debieran.

Hace un tiempo atrás comencé una travesía hacia las respuestas de mi vida para salir de aquí, de este vacío, queriendo con toda mi fuerza demoler la fosa de los recuerdos de infancia que atormentan mi vida. Porque quiero elegir bien, quiero mirar a través de la piel de quienes intentan acercarse, para saber lo que son, si de bien o no, pero por sobre todo desde un mejor estado que el actual.

Comencé un proceso para entender el por qué de mi fascinación por entregar sin medidas, de sufrir por lo insuficiente y, sin embargo, seguir entregando, queriendo entender por qué todo parecía, a pesar de mis esfuerzos, a mi alrededor ser poco, y cómo mal intenté llenarlo sin considerar lo que realmente necesito. Situación que hoy sé debo solucionar mirando a mi padre, abrazándolo como el viernes pasado, hablándole acerca de todo lo que lo necesito, pidiendo su ayuda para sanar mi corazón y salir de mi pobreza. Tomar sus manos gruesas y agrietadas con fuerza para hacerle sentir que soy una persona que lo necesita, a pesar de todos y todo, quien requiere de su ayuda, más allá de ser su hija, más allá de ser estudiante, por sobre mis recuerdos y los suyos, porque lo necesito ahora que soy una mujer, quien quiere mirarlo, amarlo sin problemas y con ello solucionar todo el vacío que sabe él dejó...

...A veces, la vida es una ridiculez, un absurdo si piensas que no hay límites para “ser” si no consideras a tus pares y a los que no lo son como personas, pues si bien las estructuras, según algunos, están hechas para destruirlas y/o transformarlas, no es lo correcto atropellarlas sin medir lo que destruyes al hacerlo. Pues sin ellas soy nada en este mundo, porque el mundo es mundo por bases y sistemas interconectados que funcionan y son entendidos para funcionar de acuerdo a un orden "casi" determinado, por ende, las mentiras transforman en un absurdo sin límites a la vida, al igual que los excesos, los cuales no conducen a nada más que la pérdida de lo que buscas...

...Pues bien, mi nombre es Tanya Carolina Silva Hope, nací en Concepción hace dos décadas y algo más, tengo rh positivo y necesito limpiar mi alma, matar a los fantasmas de la irresolución, trascender mi estado humano por sobre todas las cosas y junto a los que amo. Soy una “casi mujer” en busca de su centro, quien está aburrida de las mentiras y trucos del egoísmo de algunos individuos que, mal elegidos, intento entender y que al final sólo son una pérdida de tiempo. Es por ello que hoy, a las 5.03 de la madrugada, al "enterarme", pensar y analizar, no logro llorar ante la verdad, la verdad de un mentiroso, mentiroso quien aceleró el proceso de eliminación y quien, sin querer, abrió paso a sanar mi cabeza desde la raíz hacia el exterior, quien inconcientemente hizo que tomara a mi padre desde mi corazón para romperlo y rehacerlo. Mentiroso que no merece a futuro consideración alguna y que, sin querer, durante el proceso junto a él entregó su “basura” para ayudarme a resolver uno de los temas más importantes en mi vida. Mi padre.


=)

martedì, giugno 12, 2007

Huevona




(Extracto sin editar)



Veo la luz al final del túnel y una vieja gorda se quiere aprovechar de mi para que le seda el asiento, mientras, yo con tres mochilas, "cago" mi espalda por ser más ... Más huevona, claro, huevona porque no me queda otra que cederle el asiento aunque me duela todo el cuerpo, huevona porque asumo que no estoy lisiada aunque vaya a serlo después de años al interior del Transantiago, huevona porque me aprietan como churrasco entre olores y mala onda, huevona porque aguanto, huevona porque trato de esconder el poto para que nadie me lo pase a tocar, huevona porque a veces me quedo dormida en el metro, huevona porque no soy feliz con lo que me toca, huevona porque ando cargada hasta los dientes de cuadernos, huevona porque los cuadernos no sirven pero igual los llevo, huevona porque espero mucho de la gente y la gente no existe, huevona porque quiero salir luego de la universidad y vivir mi vida, huevona porque cuando la tenga querré volver a cargar las tres mochilas que ahora tanto detesto.

mercoledì, maggio 23, 2007

Track 00


No podía dormir, tenía demasiadas máquinas funcionando en mi cabeza: la discusión de la otra noche, los problemas de la pensión, las cuentas, libros, proyectos y, además, el maldito frío, maldito que me recordaba que aún eran las dos de la mañana y no podía dormir.

Comencé a imaginar. Recordé pasajes cálidos flotando por algunas ciudades hasta que me sentí por completo como vagabunda en el mundo onírico.

El reloj inició su pulso con segundos incómodos por todo el cuarto y la almohada de plumas empezó a enroscarse como serpiente constrictor alrededor de mi cabeza. Mis manos buscaron el calor bajo mi pecho boca abajo, mi pulso comenzaba a acelerarse, hasta que los segundos se fueron diluyendo en la oscuridad de la pieza.

Era una noche fría, tanto que mis rodillas comenzaron a empequeñecerse lentamente bajo los cobertores, mis piernas se perdían en medio de las fundas y mi cabeza, mi cabeza se iba hundiendo en dimensiones inimaginadas del tiempo espacio, ese exacto, ese gélido que me rodeó aquella noche.

Su cuerpo rozó al mío, desperté del trance acercándome más y más a una sensación intoxicante, maravillosa y única. Agitación que pensé había sido sólo en sueños, abstractas ilusiones llenas de caricias, anhelos. Mas recordé, me di cuenta que ya habían sido hechos, hechos para matar a cualquiera, a cualquiera de nosotros en cuanto dejáramos de tenernos.

Quise liberar a mi cuerpo y cabeza de todas las condiciones. Alejé el frío, rutina, la semana hasta aferrarme a su figura por enésima vez. Sus labios fueron míos, manos, espalda, recorrí su torso lentamente hasta tocar dos lunares que bajo el cuello tenía perfectos. No quise retroceder. Comprobé sus olores, su pelo, su tacto porque estábamos juntos, perfectos, simbióticos, sincréticos, nosotros y la noche, nosotros y la nada. Suspiré en su oído y apreté su ser como si fuese a morirme ahí mismo. Repetí su nombre, repetí su hermoso nombre dos, tres y cuatro veces en tanto la verdad era tan irremediable como este cruel sueño que teníamos juntos.

- Suena el teléfono-

La cama sobre el suelo, mi cabello alborotado y el celular sobre la cómoda gritaba cómo la mayor bomba mortífera que nunca vi hasta ese entonces. Y allí estaba yo, semidesnuda, patética, extraviada junto a una cama cualquiera y delirante, a una hora inexacta, sola y sin querer despierta, mirando a un velador muerto, al celular que nadie busca y absorta entre murallas que acogen los golpes de una realidad que no me pertenecía.

Caminé al baño, prendí la luz, abrí la llave y dejé corriendo el agua mientras lloraba por no lograr contenerme. Golpeé mi cuerpo contra la puerta, el cuarto comenzaba a sentirse aún más frío, mis piernas temblaban, mi frente sudaba, en tanto el vapor chocaba contra el espejo como si su fantasma quisiera estar junto a mí. Me senté, apreté mis brazos y mis piernas seguían temblando. Prendí un cigarro. Mojé mi rostro y grité su nombre unas cuantas veces. Lloré. Boté las cenizas en el lavamanos. Miré al espejo unos segundos, tratando de reconocerme, y regresé a la pieza.

Recogí el cubrecama y tapé mi cuerpo hasta la cabeza, comencé a temblar nuevamente pero con más y más fuerza. Quise no temblar, quise no temer, quise volver a empezar. Acurruqué mis manos al centro como si yo tuviese todo para calmar la soledad. Quise volver a recordar las discusiones, los problemas, el frío, los libros, el dinero, los proyectos, la noche anterior, pero nada daba resultado. Eran las cuatro y algo más de la mañana y no me resignaba a dejarlo ir.

martedì, maggio 15, 2007

Secuencias de tu vida



Como a eso de las seis de la tarde llegan al departamento de Helena. El pasillo angosto le da protagonismo a ella, quien algo nerviosa saca de su bolso las llaves, en tanto, Andrés la mira y espera sin prisa detrás para entrar a la casa.

Pasa el rato y se deciden a tomar once. Un gran silencio inunda la sala. Sobre la mesa dos cafés aguardan ansiosos para comenzar el ritual vespertino. Sin embargo, Andrés aleja sus pensamientos de la mesa, cuarto, edificio, ciudad y se pierde mientras Helena le acompaña charlando.

El café de Andrés concentra toda su atención. Él lo mira detenidamente, pareciera que nunca hubiera visto una taza hecha de esa forma y observa meticulosamente todo lo que rodea a la taza, mantel, cuchara y los giros del líquido humeante que lo van atrapando cada vez más en sí mismo. Es allí donde Andrés comienza a olvidar su nombre y su respiración comienza a acelerarse. Su pecho se angustia, no existe nadie capaz de acompañarlo en esta soledad inmensa. Siente que todo su mundo agoniza y que es sólo aquella hermosa taza quien pareciera entenderlo como nadie en este planeta.

De repente, una delicada mano entra a sus pensamientos. Lo acaricia suavemente y sin querer interrumpe su total concentración. Sus suaves modos captan la atención y Andrés regresa de aquel transe que hace unos instantes invadió a su cuerpo.

Pasaron las horas y el ambiente se colmó de emociones primaverales. Helena invitó a Andrés a su pieza, mas antes de entrar quiso impresionarlo dejando las cortinas cerradas y la luz del velador encendida. Ellos entraron al lugar y el cuarto se inundó de romanticismo y, sin querer, ambos se converteron en cómplices de lo que iba a suceder.

Ella lo miró con nerviosismo, jugó con su pelo, sonrió, deslumbró y coqueteó provocando así a que Andrés diera el primer paso. Fue allí entonces cuando él sintió la señal.

Lentamente se acercó a ella, Helena algo ansiosa brillaba mientras sentía la respiración de Andrés acercarse. Con decisión él cerró el espacio que faltaba para acercarlos aún más, llegando así al velador con delicadeza. Helena ansiosa temblaba mientras lo miraba absorta. Andrés apaga la luz.

Se hace un gran silencio, todo indica que ambos se encuentran sumidos en una especie de romántica escena. Se escuchan unos leves ruidos, luego unos pasos se van acercando al velador en donde estaba la lámpara. Andrés enciende la luz.

La figura de Helena se pierde al interior del cuarto, el silencio toca cada parte del cuerpo de la joven, los deseos de Andrés se hicieron realidad y desde su mano izquierda un cuchillo ensangrentado miraba tranquilo el macabro escenario concluso. Andrés se despide por última vez de Helena.