giovedì, giugno 28, 2007

Hijos del Ocio


"Este texto está dedicado a todos aquellos estúpidos hijos del ocio que se preocupan de lo que el resto es en tanto sus pobres vidas no tienen siquiera más sentido que levantarse y cagar por las mañanas".



¿Acaso no entienden?

No cambia en nada que tenga más años, que mi cuerpo sea distinto, no cambia que mi piel haya girado sus poros y alargado sus comisuras, que mi cabello sea otro o que algunos me crean diferente.

Asimismo, las experiencias no significan nada para todo aquello, porque a pesar de todo éstas no dañarán lo que soy, no cambiarán mi nombre, mi sangre, mis raíces, mi naturaleza, años ...

...Si desde que tengo uso del habla que pronuncio mi nombre, si desde que tengo uso de razón sé lo que es la familia, si canto antes de entender las notas, la abstracción de un compás, los códigos rítmicos, si grito, lloro, es porque mi instinto me indicó cuando debía hacerlo y además se ha mantenido porque sé que todo esto que nace desde mi no modificará su estadía en este cuerpo temporal, porque una sarta de ilusos cree que los prejuicios y/o las discriminaciones sirven para dejar tranquilo su propio patetismo.

¿Por qué cresta quieren que cambie?

No soy mala

No soy lineal

No soy como ustedes quienes no son ni serán como los que temen

No seré lo que quieren que sea

No lo haré

Nunca

Nunca

Jamás

Jamás dejaré que las malditas trancas sociales impregnen mi cabeza de malos hábitos, esos de escupir la mano que te acoge, esos de violar las cláusulas de la lealtad, esos de patrañas y escudos llamados blancos que bendicen lo maldito que "saben" están, esos pútridos creyentes del yoismo y fieles devotos de los intereses que por hoy no me interesa compadecer.

No falsearé lo que soy. No cambiaré por nadie que no me aporte. No me interesa ser lo que creen esos hombres y mujeres de ésta sociedad plástica.

No probaré la mierda de esa gente ignorante, de los llamados así mismos intelectuales juveniles, esa intelectualidad burda, intelectualidad estúpida, ególatras, televisados, mediatizadamente inútiles, esos exagerados, mamones, hijos de la ineptitud y autocompasión, de esos que intentan sentirse mejor solapando al divergente, jactanciosos de la nada de lo que son, esos adictos al halago, esos pobres necesitados de la mano del triunfo social.

Yo, que no soy ni de los unos ni de los otros, les repito frente a frente, que se pueden joder bien jodidos y que mientras sientan que personas como yo u otras les cagan la existencia, les decimos:

VAYANSE A LA CRESTA

Basta de“preocuparse de la paja ajena”, hagan algo de sus vidas aparte de prejuzgar a los que logran hacer más que ustedes "los lame culos".



(...)





(¿y? ¿qué ?)

domenica, giugno 17, 2007

Pinoccio

Lo supe y no sé cómo, pero todo se confabuló esta madrugada para ser descubierto.

Sentada frente al computador, junto a una agradable estufa a gas, una indescriptible ola de vació sube desde mi estomago hacia las palabras y recuerdos, reconfigurando a la realidad, en tanto, mis ojos procesan incrédulos todo lo sucedido...

...Es injusto elegir basura por amor, intercambiar sensatez por egoísmos y ser digna hasta el final es lo más injusto que la lógica te puede entregar después de sentir que te traicionan.

La vida es cruel cuando estás despierta, pero es necesario ese modo de vivirla; te destruyen, aprendes, soportan, reconstruyes; y te fascinas porque es el mayor problema para resolver si tu inteligencia lo permite. Todo debe cambiar para trascender, a pesar de que intentes evadir lo inevitable y sus pérdidas obvias, sin embargo, nada es suficiente para sentir paz mientras lo sabes. Nada.

Mi cabeza escucha una y otra vez la canción de la semana, la jaqueca aumenta con el avance de las oraciones y mi corazón no siente nada más que los sonidos de las teclas escribiendo, pues ya no puedo llorar, no logro llorar, tengo pena pero, sin ser cursi, no tengo lágrimas. Y no es porque las haya acabado o por alguna falla biológica en mi sistema, sino que simplemente cuando eliges suprimir de tu vida algo o alguien que te falla en todas sus formas durante su existencia junto a ti, pierdes toda capacidad de abandono por eso que “ya no fue ni es”.

Por todo eso, es que estas palabras están hoy aquí, porque las mentiras merecen una columna, la hipocresía, la estupidez, la soledad, pues deben ser leídas alguna vez por sus hechores y/o sus afectados. Hoy, desde mi mundo enajenado, lejos de los cuentos y críticas sociales, intento describir algo de lo que la mentira, en este caso, puede hacer sobre la capacidad de abandono emocional, es decir sobre los “puros” sentimientos.

Siempre he sabido que los polos son extremos complejos y que deben, durante el paso del uno al otro, tener un lapso neutro, breve, alejado de ambos para llegar al equilibrio y no romperse al llegar a expresarlos. Pero esta vez, la imposibilidad de llorar me hace llegar más allá del abandono (extremo) y toca mi cabeza llegando a la conciencia de asesinar recuerdos basados en una simple y fugaz mentira. Situación que explica lo dicho anteriormente, y que demuestra que el cerebro es frágil ante los estímulos, estímulos que en este caso, basado en el concepto mentira no logra seguir el paso natural de sentir felicidad o dolor por la pérdida de un ser querido, ya que al iniciar la conciencia de la pena, es decir pasar de un estado totalmente normal al abandono emotivo, en este caso por el llanto lo logras, pero al estimular este proceso con la información del concepto “mentira”, gatillas a la emoción "desilusión" anulando el lapso breve para llegar al abandono y, por ende, cualquier posibilidad de catarsis, desechando cualquier otro sentimiento hasta asesinarlo por completo.

Es mejor saber que no es imposible decir a la cara lo que se piensa, no es imposible entregar más por otro que por ti, no es irreal decir la verdad por sobre todas las cosas, pero, lamentablemente, me tocó conocer a algunos individuos, desprendidos de la masa amorfa, que piensan lo contrario. Craso error para los pueriles ilusos que intentan controlar el mundo por medio de la manipulación de información. Se anulan a si mismos de ser sentidos como debieran.

Hace un tiempo atrás comencé una travesía hacia las respuestas de mi vida para salir de aquí, de este vacío, queriendo con toda mi fuerza demoler la fosa de los recuerdos de infancia que atormentan mi vida. Porque quiero elegir bien, quiero mirar a través de la piel de quienes intentan acercarse, para saber lo que son, si de bien o no, pero por sobre todo desde un mejor estado que el actual.

Comencé un proceso para entender el por qué de mi fascinación por entregar sin medidas, de sufrir por lo insuficiente y, sin embargo, seguir entregando, queriendo entender por qué todo parecía, a pesar de mis esfuerzos, a mi alrededor ser poco, y cómo mal intenté llenarlo sin considerar lo que realmente necesito. Situación que hoy sé debo solucionar mirando a mi padre, abrazándolo como el viernes pasado, hablándole acerca de todo lo que lo necesito, pidiendo su ayuda para sanar mi corazón y salir de mi pobreza. Tomar sus manos gruesas y agrietadas con fuerza para hacerle sentir que soy una persona que lo necesita, a pesar de todos y todo, quien requiere de su ayuda, más allá de ser su hija, más allá de ser estudiante, por sobre mis recuerdos y los suyos, porque lo necesito ahora que soy una mujer, quien quiere mirarlo, amarlo sin problemas y con ello solucionar todo el vacío que sabe él dejó...

...A veces, la vida es una ridiculez, un absurdo si piensas que no hay límites para “ser” si no consideras a tus pares y a los que no lo son como personas, pues si bien las estructuras, según algunos, están hechas para destruirlas y/o transformarlas, no es lo correcto atropellarlas sin medir lo que destruyes al hacerlo. Pues sin ellas soy nada en este mundo, porque el mundo es mundo por bases y sistemas interconectados que funcionan y son entendidos para funcionar de acuerdo a un orden "casi" determinado, por ende, las mentiras transforman en un absurdo sin límites a la vida, al igual que los excesos, los cuales no conducen a nada más que la pérdida de lo que buscas...

...Pues bien, mi nombre es Tanya Carolina Silva Hope, nací en Concepción hace dos décadas y algo más, tengo rh positivo y necesito limpiar mi alma, matar a los fantasmas de la irresolución, trascender mi estado humano por sobre todas las cosas y junto a los que amo. Soy una “casi mujer” en busca de su centro, quien está aburrida de las mentiras y trucos del egoísmo de algunos individuos que, mal elegidos, intento entender y que al final sólo son una pérdida de tiempo. Es por ello que hoy, a las 5.03 de la madrugada, al "enterarme", pensar y analizar, no logro llorar ante la verdad, la verdad de un mentiroso, mentiroso quien aceleró el proceso de eliminación y quien, sin querer, abrió paso a sanar mi cabeza desde la raíz hacia el exterior, quien inconcientemente hizo que tomara a mi padre desde mi corazón para romperlo y rehacerlo. Mentiroso que no merece a futuro consideración alguna y que, sin querer, durante el proceso junto a él entregó su “basura” para ayudarme a resolver uno de los temas más importantes en mi vida. Mi padre.


=)

martedì, giugno 12, 2007

Huevona




(Extracto sin editar)



Veo la luz al final del túnel y una vieja gorda se quiere aprovechar de mi para que le seda el asiento, mientras, yo con tres mochilas, "cago" mi espalda por ser más ... Más huevona, claro, huevona porque no me queda otra que cederle el asiento aunque me duela todo el cuerpo, huevona porque asumo que no estoy lisiada aunque vaya a serlo después de años al interior del Transantiago, huevona porque me aprietan como churrasco entre olores y mala onda, huevona porque aguanto, huevona porque trato de esconder el poto para que nadie me lo pase a tocar, huevona porque a veces me quedo dormida en el metro, huevona porque no soy feliz con lo que me toca, huevona porque ando cargada hasta los dientes de cuadernos, huevona porque los cuadernos no sirven pero igual los llevo, huevona porque espero mucho de la gente y la gente no existe, huevona porque quiero salir luego de la universidad y vivir mi vida, huevona porque cuando la tenga querré volver a cargar las tres mochilas que ahora tanto detesto.