sabato, novembre 28, 2009

No lo sé

Esta mañana me levanté, abrí las cortinas, tomé una taza de té, salí de mi cama, me senté frente al computador y, mientras tomaba un poco de ese café color, mi mente en blanco trataba de entender que ya no siento…ya no siento dolor…

La decepción inunda mis pensamientos, como una marea roja contra una costa de marfil, que contaminando todo a su paso, me deja seca de amor, seca de paciencia, seca de cariño y sin capacidad de reconocer lo que era, es y será…


Traté de volver a dormir, me recosté pensando en tranquilizar mi incertidumbre, pero no sucedió nada, ni siquiera una lágrima brotó, un pensamiento tranquilizador, una caricia perdida en algún recuerdo… Ningún atisbo de eso que llamamos equivocación humana y es triste… porque desearía estar equivocada…



Los días andan extraños, el sol se esconde y regresa. El viento sopla mientras los rayos nos rebanan la piel sin que lo notemos. A ratos llueve y la noche está llena de esa humedad melancólica, con esos días grises y brillantes, fríos, calientes y que no son de ayer ni de mañana…

Tal vez, el clima es quien me contagia de tanta incertidumbre, locura, del querer o de ese sin querer…
No quiero saber aún qué es lo que debo hacer y, por eso, tal vez, es este clima el único amigo, hermano, madre, padre quien me está ayudando a resolver lo que realmente importa resolver… lo que objetivamente importa

martedì, novembre 24, 2009

inSoportable

No lo soporto, mi cuerpo no lo contiene… Se sale de curso, del sistema, de sonido, de órbita, se sale de mí. A ratos lo contengo… pero llega luego, sin quererlo, algo y lo desploma sobre la pieza, sobre mi cuerpo, sobre mi cabeza, sobre todo cuando estoy a solas, a solas junto con tantas cosas que acompañan los recuerdos…

Sin querer vivo, sonrío, hago mi vida…me alimento, camino, sueño y sigo soñando… A momentos, me pregunto ¿qué está pasando? ¿Por qué no me puedo ir de aquí si es que ya se supone que nos hemos ido?

La verdad escondida está detrás de mí, no me mira, no me dirige la palabra, no me dice que me odia, ni tampoco me dice que me quede, no me dice que me vaya, ni me dice que nunca me querrá…La verdad es mezquina y me habla cuando quiere sentirse acompañada, porque entre su cosmos y el mío las diferencias culturales son abismantes…ya que, mientras en su cosmos hay confusión en mi galaxia hay sólo estrellas...

La verdad vive de su lógica, de su irrealidad armada, de sus futuros programados, de lo qué quiere y lo que sabe no llegará…

Yo vivo bajo el idealismo, escondida en mi corazón, ahogada entre culpas y enseñanzas mal aprehendidas. Vivo, me pellizco, lloro y río todos los días porque me gusta vivir. Pienso que cuando voy soñando hago realidad lo que siento, porque el sentir es lo que mi mente quiere expresar, porque yo quiero sentir, porque me gusta ser humana y crear, amar, llegar, vivir y desvivirme por lo que pienso…

Nada es imposible…para nosotros, para todos…



Pensando en soledad me inundo de dudas, miro la vida bajo mi cama y tanto hay en este desorden que no sé por dónde empezar para poder salir de aquí…

No existe milagro que me de una meta, una hora, una señal para dejar de flagelarme con tanto pensamiento, tantas conjeturas, tanto que no quiero pensar más…

Nunca se detiene mi cabeza… A veces, quisiera dejar de pensar, apagarme y retomar en unos años más mi vida, cuando haya reseteado mis miserias y temores… Volver a levantarme sin pensar en esa canción que me acosa diariamente la cabeza, volver a quererme y dejar de quererlo…

Nunca he sido amante de los rendidos quienes, valientemente se "suicidan", mas, a veces, mi pena se presenta gráficamente sobre mí, me abraza, me aprieta, me quita la respiración y me dice: ¡MIERDA!…¡mierda!…¡mierda!…¡eres una basura porque no puedes hacer nada más que pensar en MIERDA!… Es ahí, cuando el suelo se hace a mi cuerpo… mis amigos me levantan y me silencio.

Me desparramo como un trapo, me pierdo entre la madera, el hollín, los clavos y el verano…Mi cabeza se va a pausa, escucho voces a lo lejos que me dicen: Despierta, amiga, despierta… Despierta, no me gusta verte abatida, despierta…Olvida, levántate, camina, amiga…

Paso a paso, pasó y pasa la tormenta... mi cuerpo cansado mira a su alrededor, el vacío es lo mismo que siempre fue, con la única diferencia que ahora ese espacio “significa” más que la “insignificante” condición que padezco…