domenica, settembre 02, 2007

SUR



Quisieras mi amor quisieras

Quisieras mi amor enterrar,

Quisieras amor tuviéramos Más atajos para comprender

Quisieras mi amor quisieras

Que yo volara tal vez

Que yo temiese quizás

Quisieras amor me quisieras

Quisiera mi amor olvidar

Sur…

…Al Sur…

Necesito Sur. Sueño con sus montes. Su humedad. Siento su llamado. Me quiere consigo tomar desde mi angustia para dejarnos solos, solos, unidos otra vez.

Necesito Sur pues me ahogo entre tanta gente y la gente me quiere destrozar el temple. Necesito de caminos de tierra, de lluvias sin control, necesito recordar lo sencillo de no tener nada más que una casa, “del no necesitar”, de no querer más que a la vida misma; mis padres, sólo a mis padres…

…Cada vez que me despierto, cada pliegue de mi cama se encuentra en total conjunción para dar calor. Los muebles congelados miran cada silencio de mi rededor, la ventana siempre está semi abierta, las almohadas rodean la estancia, mi pelo alborotado sugiere que suspire por los sueños juveniles que mi imaginación pretende, mi mano izquierda sobre la frente y mi brazo derecho bajo otra almohada. Cada vez que despierto deseo que la noche madrugase, anhelo otra vez despertar entre las sombras de una mañana húmeda y tan llena de amor, ese amor incontrolable y hecho para protegerme de todos los que quieren sacrificar mi tranquilidad en pos de una diversión temporal. Cada vez que despierto, cada vez que despierto quisiera otra vez estar dónde nunca más lograré retornar...

Quiero abrir las ventanas, quiero gritar que estoy en Sur, quiero desgarrarme la vida, quiero que me escuchen sin que diga más que un nombre o tal vez un beso entregar, comprendida, completamente atada. Quiero ser de todos entendible y a la vez quisiera que nadie supiera que existo, sin embargo el querer no importa, ni mañana ni pasado, ni en futuro ni en posible. No estoy aquí, nunca lo estuve, soy la imagen de la imagen, la copia de mi madre, el insulto de mi padre, la emulación de mis hermanas, la sombra de mi abuela, soy la espina de mi abuelo, soy la herida de mi madre, la inocencia de mis hijos, la ternura de mi tío, la rabia de mis tías, soy la sangre de mi sangre, soy la mujer del nunca más. Sin embargo, no estoy y sin querer sólo estoy para quien quiera que esté.

Cada vez que cierro los ojos quisiera estar de pie, tener los pies desnudos, rozar el agua levemente, silbar mientras nos adentramos al lago, reírme de las morisquetas de mi hermana, fotografiar un pez colorido, jugar con el aplauso de las olas, tocar el agua dulce con mis dedos, hacer burbujas, reír bajo el sol del medio día. Cada vez que cierro los ojos quisiera vivir otra vez, vivir para dejar de sentirme perdida…perdida en este universo oscuro, silencioso, vacío. Nadie acaso logra comprender lo que una mujer como yo siente, acaso tan lejos ha llegado mi locura que ni siquiera mi sueño puede quererme…

Lo absoluto de lo que pienso me tiene extraviada, me mantiene soñando, me dice que respire, mas no lo sé, no sé si estoy o soy, tampoco sé si quiero o sólo no siento, pero sé que…

Necesito Sur, quisiera llorar en él, quisiera morder mi tristeza, comer de ella, correr de todos estos extraños, transformarme, comer el dolor y hacerlo ropa; de colores, traviesa, larga, ancha, con botones, larga, calurosa, apretada; crearla energía y dejarla morir, morir mientras es sin futuro…

Por Dios sin él…

Por Dios sin ser, por Dios locura, por Dios mujer

Nunca he soñado con ser más que feliz y eme aquí dudando de mi otra vez,

Por Dios…Por Dios…

Por Dios sin él…

Por Dios… Por Dios Mujer.

4 commenti:

Anonimo ha detto...

Huele a crisis, mas de tu texto rescato tres cosas:

SUR, tango de Homero Manzi:
Sur,
paredón y después...
Sur,
una luz de almacén...
Ya nunca me verás como me vieras,
recostado en la vidriera
y esperándote.
Ya nunca alumbraré con las estrellas
nuestra marcha sin querellas
por las noches de Pompeya...
Las calles y las lunas suburbanas,
y mi amor y tu ventana
todo ha muerto, ya lo sé...

Nietzsche:
Así, como somos, nos hacemos recalcitrantes ante un "tú debes". Nuestra moral debe decir "yo quiero".

Tres: cuando estoy en el sur, lo que más quiero es largarme lejos... algo así pasa en la mayoría de los lugares del mundo cuando se mira la ciudad con ojos abiertos

Saludos Tanya

Anonimo ha detto...

En otras palabras:

La mayoría de las ciudades llegan a apestar en algún momento


http://victorbascur.blogspot.com/

Tell Me The Truth ha detto...

Y seguimos así de apasionadas, parece que con los años uno se vuelve muy apasionada por lo que quiere volver a sentir, tus raíces siempre estarán ahí, y cuando más las necesites siempre sabrás que podrás irte de este mundo tan frío a tu calor de familia, donde todo huele bien, donde los olores con que creciste no te hacen ser una persona extraña, y por sobre todo, donde el cariño es recibido y entregado en la misma cantidad.
Sé que deseas que las cosas cambien, pero todo tiene su lado positivo, hasta lo peor querida amiga. Me quedo con una frase de una canción de Ismael Serrano "se cayeron mi alas y yo no me rendí, brindemos que hoy es siempre todavía".

Te quiero.

Tanya Silva Hope ha detto...

Alex no te entiendo mucho en Japonés