martedì, novembre 13, 2007

L

…iberad

Todo pareciera perdido.

No hay caso para la vida, no tiene caso buscar a las personas. No existe realidad que una a la gente. Todos siempre andan entre murallas. Van separados, divididos, consternados y, a su vez, mimetizados. Y es esa mimesis la cual los fragmenta de sí mismos, los va pudriendo, llenando de insuficiencias, de carencias materiales, de necesidades terciarias que los detienen a encontrarse. Mas en su olvido aún conservan ese descaro, el descaro de reprocharle a la vida todo lo que su indolencia les ha hecho padecer. Porque las calles están llevando a la nada, la ropa, los nombres y las poses. Pues la muchedumbre observa feliz al verano que se aproxima. Todos esperan que la vida se ilumine junto a los carteles que camuflan a la ciudad. La identidad se va diluyendo entre las corrientes que un metro asfixiante te permite matar.

Todo parece perdido porque todo se une en los desprecios. Las ideologías, el capital, los gobiernos, las tendencias, las universidades, los códigos postales, las jergas y las familias, pues todos desprecian a cualquiera, cualquiera que no pretenda perderse en ellas.

¿Y si acaso quiero llorar en medio de una fiesta?

No puedes

¿Si quiero reir en una charla?

No está permitido

¿Si deseo besar a un desconocido?

No es correcto

¿Si pretendo ser otra u otro?

No lo aceptarían

¿Si soy yo misma?

No está permitido

¿Si amo sin ser amada?

No es correcto

No existen deseos de creer en algo, de levantarse, mirar, querer. Todo es absurdo, un gran absurdo tan igual como cualquier poder, codicia, comprensión o idioma. Y todo esto porque el tiempo no entiende, las mareas no hablan, las almohadas no aconsejan y porque nunca estará lo que tanto anhelas...

… Sé que mientras caminas, mientras se dibuja un rostro sobre algún espejo en el metro, vidrio o vitrina, la música contemplativamente te advierte que no hay nada, no hay por qué seguir buscando. Porque no quieres o tienes que ver a nadie, porque no te permites aceptar que lo correcto no existe y que tan sólo existe lo que quieres. Pero lo has olvidado.

Tus sentidos no responden, no logras sentir o escuchar. Quieres estar solo, tendido en tu rincón, olvidando al mundo, a todos, descascarando al odio y temiendo a tu incorrecto.

En tanto, pensaremos en ese “algún llegará”. Llegará el lugar en dónde no tengamos que salir a buscar, en dónde no debamos morir por nada ni cambiar de nombres, piel o idioma para alcanzarlo. Será ese día cuando todos abran sus mentes, cuando acepten lo que piensan, desean y no teman de ser lo que son. Cuando tranquila una mujer se siente en medio de hombres sin tener que ser un hombre más para que la miren con respeto. Será el día que un hombre no tenga que ser femenino para que parezca comprensivo. Cuando una señora deje de pintarse para que la miren en la calle. Será el día que un adulto deje de alardear lo que come o habrá de comer para sentirse suficiente consigo mismo. Llegará el día que un niño tenga que ser latino, negro o inmigrante para no tener problemas con la ley. Cuando un europeo quiera ser del tercer mundo. Llegará el día en que América no sea América sino otro lugar. Y cuando ese día llegue, cuando no sea América lograré encontrarme, porque sé que estarás allí…

5 commenti:

Tell Me The Truth ha detto...

Llegará o no llegará, no quiero que mi opinión se vea como negativa o poco optimista, pero lo que yo creo, es que, no existirá ese día en que todo cambiará, porque es un hecho arraigado en cada individuo, si nunca ha existido un real cambio, por qué hacerlo ahora?, por qué cambiar cuando todo está "bien" así?.
Cada cual en su propio mundo, cada cual debe valerse por sí mismo, eso lo aprendes en el camino y te vales de tus propios esfuerzos, quieres a los que les debes cariño, y te quieren los que te deben cariño. Las cosas son más simples de lo que queremos ver y aceptar. Esto, es realidad. No veo en espejos lo que quiero ver, no me lo permito. La vida sólo puede cambiar si tú, y tu alrededor cambian de tu mano. Para eso, necesitamos nacer de nuevo.

Amemos la forma en que vivimos, con nuestras desgracias y con las tragedias que suceden cada día, además de todas las alegrías y los buenos momentos, con eso, creo que podemos ser un poco más optimistas.

Catalinísima ha detto...

Ojalá llegue luego el día en que los demás no juzguen ni traten de encontrar la "normalidad" donde no existe.

Un besito, querida y gracias por todo, te quiero =****

Unknown ha detto...

Mi opinión es básicamente la misma de "tell me the truth", la vida para aquel que realmente la comprende, para aquel que conoce la compasión, es de otro color. Si pensamos en la humanidad en general, claro; la sociedad nos consume, nos coarta, nos modela a su antojo... pero cuanto más toleres esto, ella te lo retribuirá.

Las tendencias no son más que aceptación de tus pares, el dinero un premio a tu obediencia.

De cualquier forma, es la ilusión el mayor tesoro de la vida, la emoción depende de la incertidumbre
y añorando un mundo mejor, mantienes viva la emoción, la lucha y la esperanza. Al menos mis elecciones, aunque no lo creas, dependen y radican en mantener las ilusiones mias y de los demás...no en lo que tal persona considere correcto... sin chovinismos, aca tienes el ejemplo del euroALpeo que prefirió ser tercermundista...

Tanya Silva Hope ha detto...

EuroFart

the D. ha detto...

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