mercoledì, luglio 20, 2011

blabla

Todos piensan y dicen lo mismo, todos menos uno que cree diferente.

La mayoría obliga al resto tomar una determinación que no se siente. Te empujan a la fila, masa, marcha, a la cama, la comida…

¿terminaremos siendo lo que los demás quieren que seamos? ¿somos víctimas?

Los cardumenes siempre van junto a sus iguales, en la misma dirección, buscando un mismo fin, nadando en contra o a favor de la corriente que les correspode, lograndolo y muriendo en pos de su cometido. Felices, satisfechos, preciosos y muertos. Todos los animales buscan algo muy determinado y clásico. Todo eso que ya sabemos y desde lejos miramos en un National Geographic, en la calle, en la imaginación basada en libros…

En tanto, me rehuso a ser predecible, no quiero que me aten, que me obliguen a pensar lo que se supone quieren que haga, buscar el fin de mi humanidad, el principio de mi existencia. Obligada a querer como quieren que lo haga, sometida a la presión del medio, comiendome la luna, vomitandola luego para ser feliz.

No, no, no y no

Yo creo que desde afuera todo siempre es más bonito, brillante, lleno de lo más malo o lo más hermoso, en donde todos somos sabios para los problemas ajenos, dónde siempre uno hubiese hecho algo mejor y siempre el otro, siendo un ciego burro que nunca hace las cosas como todos esperan, te dice lo que nunca miraste y siempre estuvo ahí. Vaya genio. Es tan maravilloso ser el tercero que opina desde un sillón rojo y lleno de cabritas, el show de los freaks y de las almas en pena. Pero es una lástima cuando nos toca ser el idiota malentendido, que siempre hace lo que los demás esperan, que termina triste por lo que todos te dicen que hagas y tu no sientes pero debes hacer. Yo no haré jamás lo del último, me asumo diferente, como idiota, asumirme loco. Es que la perfección es una farsa fea, gorda, blanca, pálida y sin sabor. Es que uno ama sin que te importe lo que opinan esos que no aman contigo, esos de la vitrina de al lado, esos que no sienten lo irrepetible, en cualquiera de sus representaciones.

En tanto, todo eso que no ven y no entiendo, es la contradicción más hermosa que vivo y viviré hasta que dejen de llamarme como lo hacen a diario.

¿Me permiten ser incoherente?

Si es un no, creanme que nunca me ha importado la respuesta a mi pregunta. Si ni siquiera pedi nacer, si ni siquiera esperé hablar como lo hago ¿tendría que importarme lo que un puñado de vecinos opine? no.

2 commenti:

Boladevidre ha detto...

Rebeldia, incoherencia, contradicción, transgresión.....
Tus reflexiones animan a seguir sintiendo, llorando, amando, sufriendo, gozando, pensando por uno mismo.
Grácias

Mateus Ibanhi ha detto...

Tal vez no me conozca y tambien soy de muy lejo... soy de brazil. Por lo acaso encontre su blog y estaba leendo o q tu escribiste. Estoy... fascinado. Me gusta "me asumo diferente, como idiota, asumirme loco. Es que la perfección es una farsa fea, gorda, blanca, pálida y sin sabor". Todo de bueno, una otima semana.