martedì, settembre 07, 2010

Clave de Sol


La gente siempre miente, la edad, su estado civil, el peso, esconde sus tendencias políticas e incluso algunos reniegan de sus comunas o raíces varias. No sé si será porque la fantasía nos genera equívocamente una especie de atractivo a lo supuesto, o será que el mentir es parte de la mochila que todos usan a diario.


Hablando de mentiras, contaré una anécdota bastante extraña y ridícula. Hace unos dos días, antes de caer en cama, iba por el metro Rondizzoni de la Línea 2, cuando en esas miradas alrededor que uno hace para ver quien está cerca y de quién tienes que alejarte, había un chico bastante sucio y sentado en el suelo del metro, asunto que no penalizo ni juzgo, ya que a veces también lo hago.


Lo extraño de ese niño, era que llevaba un cuaderno de solfeo, lo que significa que tenía en vez de cuadriculaciones líneas de pentagramas para escribir música en el. Como yo soy mirona, le puse mucha atención, ya que soy muy fijada en temas de música y todo sus relativos. Y me di cuenta que este iba escribiendo una y otra vez unas figuras musicales en la misma línea (por ejemplo en la del Fa).


Yo me dije, ¿estará practicando caligrafía con las notas? Luego, empezó a solfear con la mano, de una manera muy extraña, casi como en ¾ pero no era eso, sino que era un garabato de solfeo que parecía cualquier cosa.

Luego de mi mirada rápida y darme cuenta de los detalles ridículos de la situación me dije: Acaso pensara que mintiendo acerca de sus conocimientos musicales alguna mujer u hombre se le acercará para preguntarle detalles, o sino, pensará que así es su existencia más interesante.


Sé que tal vez sea un dato irrelevante, que a nadie le importa ese chico, que no me tendría que importar, y que no debería mal gastar mi mente en cosas sin importancia, en tiempos en donde mineros y mapuches luchan, cada uno, por sobrevivir en un sistema que los ha hecho caer, de una u otra manera, hasta el fondo de un problema arrastrado por mucho tiempo.


De todas formas, termino diciendo que creo que mentir debe ser parte del ser humano, cosa obvia, pero me pareció tan absurdo y casi grosero de su parte subestimar tanto al resto, tratando de atraer su atención de forma picante. A todo esto, ni siquiera tenía la clave de Sol o Fa escrita en el pentagrama.


Saludos niño, sé que nunca me leerás, no me caes mal, sino te quiero, te quiero porque eres igual a muchos otros que no hablan ni marchan ni dicen lo que piensan, y son chilenos de corazón: C, H, I! CHI! L, E! LE! chi chi chi le le le! SOY TONTITO jijijí

4 commenti:

Unknown ha detto...

oh si, claro. El ser humano es inherentemente mentiroso y malo, debido al pecado original (comer la manzana, Génesis cap 3). Esta creencia es más bien un pensamiento anglosajón fuertemente arraigado a la cultura estadounidense y por lo tanto unida a la economía asquerosa del capitalismo, y que aquí poco a poco vamos asimilando, por ejemplo, suponiendo que el ser humano es inherentemente malo y mentiroso.

Saludos.

Tanya Silva Hope ha detto...

Afirmar que el hombre de por sí es mentiroso basandonos en otra mentira, es la clave que, en primer lugar, el hombre es feliz sintiendose malo y sabiendo que si quiebra la estabilidad habrá un mayor castigo que el que no tendrá en vida.

Por lo que creo que la biblia es prueba de las tantas mentiras de la historia.

Victor ha detto...

hahahahaha, que buena observación...

yo creo que en un mundo de mentira, ser original esta pasando por un momento de serias dificultades. Personalmente creo firmemente que verme tan distinto al típico hombre postmoderno-trabajador-de-providencia-2.0 me tiene hinchado, no soporto llenarme las venas de café, dejé de fumar hace un buen rato, hago deporte, me visto y me veo 10 años más joven porque no me destrozo el hígado día por medio ni tengo mi guata de "orgullosos" 200cms, no veo fútbol ni sigo la "copa libertadores" (libertadores, que risa, terrible libres!!!) y por sobre todo, no pienso que la mujer debe cuidar hijos ni que es un ser "para cuidar, mimar y respetar"... odio los club te tobi, odio salir sin mi mina porque estoy "en un ambiente solo para hombres" ni apagar el celu porque "me puede pillar y no quiero que me moleste en mis actividades con mis amigos tan machos y fuertes" naaaa... no tengo amigos así (osea, tengo pocos amigos), si me sobran amigas y la verdad, prefiero la compañía femenina a estar rodeado de guatones brillantes-chimenea-sudorosos-machistas y violentos mirando tetas que solo pueden comprar.

En definitiva, el próximo año me largo a Australia, un lugar donde no sea bien visto lanzar piropos a viva voz a una mujer ni tenga que soportar a guatones fumadores hablar de deporte. Dicen que hay racismo allá; yo les decía: "más que acá lo dudo, acá no solo son racistas, sino también clasistas, homofobos y machistas... osea, son 3 problemas menos y el de racista ya estoy acostumbrado, nada que no tenga que soportar acá"
:D

Leía que te tiene preocupada esta wea de sistema... yo pensaba como tu al salir de la U y aunque le di mi oportunidad y ya han pasado 7 años de trabajo al sistema, no se puede negar que es una wea bien cómoda si te asumes un robot que obedece ordenes sin chistar a cambio de un sueldo de mercado... la verdad es que terminé por decidir que irme es lo mejor, no hare más que quejarme si sigo montado en ese metro de mierda, tengo que cambiar el metro por una clase de electrónica, tengo que cambiar las conversaciones de fútbol por las de criquet, tengo que dejar de perder mi tiempo con esta tropa de holgazanes si quiero ayudarlos.

Tanya Silva Hope ha detto...

si, yo también pensaba en eso de irme, claro, el racismo a una latina de metro sesenta y cuatro, pelo oscuro, será el tiket de cambio a tener que siempre pensar que broma de sicología inversa debo hacer a esos mandriles que me molestan en la calle. Y refiriendome al clasismo, "hay mierda en todos lados", asi que me da lo mismo, por lo menos podré decir palabras que no entenderás y optar por no toparme con personas asi..

Cada vez queda poco para terminar esta aventura universitaria y creo que tienes razón.

Huyamos por la derecha, como decía el León Melquiades, y vestida de rojo con antenitas de nivil diré: siganme los buenos.