Esta mañana me levanté, abrí las cortinas, tomé una taza de té, salí de mi cama, me senté frente al computador y, mientras tomaba un poco de ese café color, mi mente en blanco trataba de entender que ya no siento…ya no siento dolor…
La decepción inunda mis pensamientos, como una marea roja contra una costa de marfil, que contaminando todo a su paso, me deja seca de amor, seca de paciencia, seca de cariño y sin capacidad de reconocer lo que era, es y será…
Traté de volver a dormir, me recosté pensando en tranquilizar mi incertidumbre, pero no sucedió nada, ni siquiera una lágrima brotó, un pensamiento tranquilizador, una caricia perdida en algún recuerdo… Ningún atisbo de eso que llamamos equivocación humana y es triste… porque desearía estar equivocada…
Los días andan extraños, el sol se esconde y regresa. El viento sopla mientras los rayos nos rebanan la piel sin que lo notemos. A ratos llueve y la noche está llena de esa humedad melancólica, con esos días grises y brillantes, fríos, calientes y que no son de ayer ni de mañana…
Tal vez, el clima es quien me contagia de tanta incertidumbre, locura, del querer o de ese sin querer…
No quiero saber aún qué es lo que debo hacer y, por eso, tal vez, es este clima el único amigo, hermano, madre, padre quien me está ayudando a resolver lo que realmente importa resolver… lo que objetivamente importa
1 commento:
decepción?
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