martedì, giugno 10, 2008

Hace un tiempo que el corazón no existe,

Que las distancias entre la diferencia y la similitud no están...

Yo no amo, por temor, yo no quiero amar sin algo a cambio.

Yo, no amo por temor, yo no, quiero amar sin algo a cambio.

Soy un ser humano y nunca un Cristo, por eso mi alma sigue queriendo y reclama por las migas de lo que recibe, quisiera...

Quisiera apagarme unos años, despertar en otro lugar,

Quisiera apagarme, unos años despertar en otro lugar,

Desaparecer de la memoria e ingerir otra sana.

Odio lo que me ha significado entregar,

Recibo engaño, recibo mierda, recibo cargas y, aún así, sigo queriendo al maldito mundo.

Más de lo que no quiero y menos de lo que necesito.

Estoy decepcionada, herida, maltratada, con un nudo en la garganta opresor, maldito y desgraciado.

Quisiera apagar este canal, prenderlo hacia la estratosfera, dejar de creer en la magia de las cosas simples, de abrumarme por lo complejo de la vida.

No tengo razón para estar triste, feliz, tranquila o nerviosa, no hay razón para levantarse, para dormir, comer, crear, no hay razón para nadie porque de nada sirve pensar sobre lo que no se puede cambiar y sin razones no sé como querer.

He amado en sueños, he tenido amor sin mirarlo de frente, he llorado a diario, he maldicho a minutos, pero nunca me he sentido completa, a pesar de haberlo soñado, me cuesta digerirlo pues despertando no me sirve.

Tengo algunos años sobre la tierra y de nada me sirve pensar, ser mujer, querer e intentar mejorar, siempre caigo sobre el pavimento, matando a cualquiera que no vea, a veces, inclusive a mí.

Hoy, no tengo huellas, soy un ser solo sobre la tierra, un ser que usa amarras temporales que no la sujetan ni logran mantener a la gravedad de la tierra cerca de sí...

Todo se pierde, me pierdo…

No es justo que la justicia no exista,

Odio, odio mi direccionalidad,

Odio a la tierra, agua, siempre me odio sólo a mí.

¿De qué me ha servido tener este corazón maldito si maldita me hace sentir?

No quiero sentir al músculo que bombea esta asquerosidad incomprensible,

prefiero decidir Qué no decidir y quiero tomar al tiempo de mi muerte y sacarlo a corazón..

No quiero una metralla de plástico para ir a la guerra, no quiero beber a solas, no quiero compartir mis miedos con los perros, ni comer cáscaras de plátano con los ricos, mendigar en el Teatro Municipal, teñirme rubia, no quiero vomitar flores, ni reír con los cerdos, conseguirme un asiento al lado de orates y animadores de la jungla, sólo quiero apagar el canal y que una vez en mi vida alguien me rescate…

Una vez…

Nessun commento: