Auxilio. Grita la niña, el hombre, un perro y la calle.
Auxilio. Dice la puerta, la llave, el cuarto y un revolver.
Auxilio. A pedazos caen las costumbres, amigos, funciones y explicaciones.
Auxilio. Hermano no existes si cruzas esa puerta.
Auxilio. La sangre entra, el hambre, la cobardía y la historia.
Auxilio. La vida sale, lucha y se resigna a perecer.
Auxilio. Me mira, se impone y me ataca.
Auxilio. La calle mojada con púrpuras pinta de rabia al cielo revolucionado.
Auxilio. La alcoba resuena…
Las balas constriñen a las murallas.
Las murallas golpean a la gente.
La gente no entiende mientras se llueven sus casas.
Las casas no sienten que nada existe porque no se comprenden mientras se embadurnan de barro. Barro de arroz, trigo y soledad.
Soledad de la realidad, poseída ante lo necesario, ante lo infeliz y desde lo incomprendido.
Lo sé porque estoy perdido, porque sólo me camuflo en mi miseria, en el extinto proceder del igual. Igual barato, comprado, pisado y escupido.
Sobre mi orgullo me encuentro, derramando un auxilio para mi pequeño y enjuto cuerpo. Pedazo de carne embustera, traidora y cobarde humana que tanto debe y nada hace.
Perdóname. Hermano, perdóname.
Perdóname por lo que nunca hice y siempre deberé.
¿Quien te ha despojado?
Despojados somos todos desde que nacemos sin querer.
¿Quién me ha devorado?
Devorados por las masas y la impune falsa alarma de la conciencia altiva.
¿Quién te ha traicionado?
Traicionado desde un nombre, número y país. Falso boto que te obliga a querer, hablar, respirar o temer. Traicionando a tu padre, a tu madre y a tu hermano. Hasta despojarte de la conciencia, de la felicidad por treinta minutos…veintinueve…veinte…quince…diez…
…no funcionará tu Control…
Auxilio. Ha sido en la tarde. Ha sido mi boca desde el miedo de junio y septiembre la que dijo lo indebido y no se perdonará jamás.
Y te lo pido sin desearlo “Perdóname…porfavor, perdóname.”
Auxilio. Una camiseta de ira roja se desploma sobre la madera.
A pedazos un corazón implosionado cae bajo la lluvia.
Auxilio… Grita la niña, el hombre, un perro y la calle…
…Auxilio de todos.
5 commenti:
y las soluciones cuando?
juanpi
el grito
que se pudran los demas, tus acciones las haces pensando siempre en el bien de los demas, dónde queda tu propio bien, deja de absorber los problemas de los demás, y ve según tu propia mirada lo que sucede, después tendrás tiempo para pensar en tu alrededor.
Lamentablemente este mundo y cada persona que vive en esta tierra es egoísta, me incluyo; cada cual vela por sus propios intereses, la amistad a veces hace que esto no se vea tan fuerte ni que el golpe que recibas sea tan duro, pero deja de pensar en los demás, en el que dirán, sólo mira hacia al frente y corre como un caballito de carreras.
sarai life...
nada mas.
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