giovedì, dicembre 28, 2006

Feliz Navidad

Hace unos segundos que ya fue navidad, el árbol se llenó de colores, la sala inundó de olores hogareños a toda la casa, perfumes que sólo mi madre sabe preparar y que sé no serán eternos.

Todos expectantes bebían y charlaban alegres por la noche buena, fue en este mes doce que sentí a la familia, mi tesoro, corazón tembloroso en cuatro partes, mi todo, delirio... y la música se fue apagando...lentamente. Pasaron algunos minutos, y sucedió, la feliz navidad cambió de fachada para llamar a la nostalgia. El vacío comenzó a colmar los espacios y con ellos mi alma, comencé a sentir el pulso rápido, mi rostro se volvió amargo, unos ojos trizados querían expresarse, sin embargo, los ruidos de los papeles camuflaron mis emociones ante los presentes. Todo parecía normal, en tanto, nada podía calmar la pena que sentía en ese momento.

25 de diciembre, 1992

En el living de mis abuelos, risas y canciones abrazaban a los niños y padres ansiosos, los que esperaban al gran minuto decidor. Recuerdo estaba nerviosa, no esperaba más que una sola cosa ese día. Durante meses repetí día y noche mi deseo, le contaba a todo mundo que lo único que quería era una bicicleta a toda prueba, que anduviera a grandes velocidades, que fuera mi compañera fiel, cómplice y, lo más importante, que fuese mi amiga. No me importaba si fuese roja, verde, azul o plateada, sólo añoraba una que corriera conmigo sin importar la lluvia, viento o calor imperante, que siguiera mis pasos junto con las ganas de volar de los problemas... Pero era todo tan lejano, parecía que nada se acercaba a lo que yo estaba esperando…

… Comenzó la noche.

Estaban todos alrededor del árbol, en tanto, mi hermanita de un año dormía en su coche sin saber aún lo que era una navidad, se veía tan tranquila y hermosa, mientras, yo no podía dejar de mirar todo los rincones de la habitación, pretendiendo adivinar el escondite de mi regalo. Recuerdo, era tan frágil, creía tanto en las posibilidades, el dinero nunca me importó ni siquiera sabía de su valor, más hoy, al seguir siendo igual de sensible comparo esos días con el hoy, mi corazón se aprieta al darse cuenta que el dinero compra casi todo, que los regalos son muestras obligatorias de afecto, a veces, y que la mágia se ha ido muriendo con los años, quizás es por esto que he ido perdiendo el sentido a todas estas fechas...

Llegó la hora, comenzaron a desvestir uno por uno a los coloridos regalos. Seguía nerviosa, llamaban por uno a los dueños de cada objeto. Se iban disminuyendo poco a poco las posibilidades. Pasaban los minutos y nada cumplía lo que ese día buscaba, tenía mucho miedo, mi pecho se fue abriendo en un dolor indescriptible, no era pena, ansias, no era llanto, era sólo yo junto con mis deseos abandonados los que apretaban las emociones.

Y nada más. Terminaron todos de abrir los regalos, las bromas, sonrisas iban y venían, un ambiente hermoso se respiraba, éramos niños y la navidad tenía sentido para todos. Sin embargo, yo intentaba disimular lo que sentía agradeciendo lo recibido. Mas mi padre quebró mi disimulo. Comenzó preguntando si estaba contenta, yo sonreí forzada pues sólo quería ir a dormir. Y pregunto nuevamente, rió un poco, me confundí luego, creía que sólo quería molestarme, pues él sabía lo que había pedido y también conocía mi secreta desilusión. Sentí que el living giraba al mutis y que mis ojos comenzaban a brillar más de lo necesario. No podía seguir mirándolos, contenerme, mi padre reía y yo no entendía por qué, sentí que era atacada y no pude soportarlo. La presión de la gente volvió mi rostro entre mis manos de niña, lloré desconsolada y no quise mirar a nadie. Ya nada tenía sentido, fueron eternos minutos, hasta que mi padre se levantó del sillón sonriendo, abrió la puerta mientras yo no entendía que estaba sucediendo, buscó algo afuera y… entró con una Oxford amarilla aro veinticuatro… Mi rostro se iluminó por completo, era la niña más feliz del mundo, no podía creerlo, adios a mi pequeña bicicleta con canasto y flores, bienvenida compañera de travesías y caídas. Ahora entendía porque reía mientras yo me angustiaba… nunca lo olvidaré… fue la mejor navidad de todas…

...lo recordé…

logré recordarlo...


2006, veinticinco.


Muchas gracias por los regalos, gracias aunque no me importen, gracias por estar conmigo aunque no lo pido, por quererme sin detenerlo, por nacer, pensar, creer, olvidar y sé que nada volverá a ser como antes. No regresarán las navidades sorpresa, ni esos regalos importantes, mi vida, desilusiones, soledad, retornos absurdos, espacios mudos, mi corazón destrozado, creo que el sentido navideño se ha ido perdiendo con los años. Hace tanto que no me escuchan, que he perdido las esperanzas…los he perdido.

Es que quizás no me gustan estas fechas, me siento obligada a celebrar la vida cuando no deseo hacerlo, mas tal vez la salida sea pedir otra bicicleta...

Querido papá y mamá:

He sido una buena niña, mis estudios han sido buenos, les escribo para que en esta navidad hagan posible lo que anhelo, una bicicleta para el próximo año, no me importa el color, marca, sus cambios o suspensión, si es nacional o importada… quiero una bicicleta.

Gracias.


Espero sea navidad nuevamente…

quiero sentir que escuchan...

...otra vez.

8 commenti:

Anonimo ha detto...

cuanto me llena leer cada cosa que escribes jamos podre dimencinarlo, como logran adentrarme en tus emociones, como tu narrativa me hace sentir un poco lo que tu...y en este caso, tan como tu...lo conversamos el dia de navidad, dia que año a año pierde sentido, seguramente pq ya no esperamos nada de el, en mi caso pq cada años se vuelve un espejo de lo que ya no existe, de como han pasado los años para la gente que me rodea, de como la familia se disgrega y lo que mas me duele darme cuenta de la envidia que ronda a mi persona, solo por el echo de ser "el predi" de los abuelos...en fin las penas de noche buena pero por otra parte me di cuenta de que hay mas como yo, que estas tu que esta nicolas y que mientras gente como ustedes me rodee todo puede superarce...no te imaginas en lo que te has transformado...te quiero mucho y nunca me voy a cansar de decirtelo...

tu Negro...

Tanya Silva Hope ha detto...

amigo mio... desde stgo a concepcion

Juan Pablo ha detto...

oh flaca, estay en los huesos. Quizá estay en los huesos porque te falta esa atención...

La verdad no me gusta mucho hacer comentarios respecto a las vivencias, creo que requieren de cierto delicadeza que sólo la da la prescencia y la cercanía....besos

chauuuu;)

crapasio ha detto...

navidah culiah

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David

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Ya lo dijo Calamaro: Feliz Navidad Sangrienta!!!

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