Caminando por Santiago, la muchedumbre clama espacio para creer, imaginar y sentir… sin decir palabras. Por ello sus celulares ondean sus proyectos de vida, por una alameda plagada de vagos tratos y limosneros pedazos de individuos sin corazón. Esos que piden todo desde un rincón sin entregarse ni luchar. Aquellos que deben llegar a tiempo para encontrarse y, los mismos que, confunden a otros pocos que ven más allá de un talle perfecto y palabras burdas. Por esto, me es triste no poder diferenciar a sensatos de egoístas y que, sin querer, ambos se han perdido en los brazos de predicadores, acallando la existencia de los que valen la pena…
¿Acaso me habré perdido con ellos?
Tratando de entender, he andado entre los colores, el sonido de micros y niños que claman respirar la vida más allá de lo útil. Sin embargo, mi absurdo deseo de desaparecer, ha evitado aún más oír al resto, circulando entre mis intentos y las caídas… ¿Será entonces que estoy perdida?...
Recuerdo que hace algunos años podía ser sin temerle al resto, a esos llenos de avaricia que una vez fraternos en una mesa contaban anécdotas y que hoy sólo quiero apartar de mi memoria. Con ellos sólo recuerdos de penas y de tiempo malgastado he ganado, pensando en que soy imán problemático y que creer en todo mundo ha sido la primera vía para la muerte de la inocencia.
Luego de algunos errores, concluí que encerrarse en la música y algunas letras, no parece tan positivo. Pues pierdes la capacidad de notar al resto, convirtiéndolo en niebla, la que a la vez, te vuelve un fantasma que pretende sentir como todos. Ya que no basta sentir que la lluvia refresca cualquier rincón de tu melancolía o saber que eres capaz de decir que necesitas, pues te pierdes intentando oír a los que “quieres”, sin saber que eres tú mismo quien está hablando.
Y todo esto a causa del intento de creer, que finalmente te conviertes en un ser igual, ese que luego de haber sentido tanto hoy no es más que sombras... Y creo debe ser mi culpa y de la conciencia sucia que, influida por sistemas capitalistas, me hace pensar que tu peor defecto es tu virtud y viceversa. Aunque quizás no sea tan sólo mío, sino una debilidad para las sociedades, ese signo de sentimentalismos y poco cálculo. Tal vez me haga falta esa precisión intrínseca de la raza política y mafiosa, que maneja con perfección y nervios de acero todo lo que se mueve o respira alrededor de sus intereses. Mas aún está aquí, huele y grita reclamando vida, emociones que enloquecen a sensatos y que placen a egoístas cada vez que pueden manipularlos.
Sin embargo, nunca mi debilidad ha sido la que los demás creen por sensible inaceptable, jamás ha sido malo respirar al mundo con bocanadas de pasión, mas mi debilidad creo es que el resto aún me importe y no poder diferenciarlos de los que valen a tiempo.
Y eso sucede en las relaciones entre amigos, parejas, familia, etc., es esa imperfección que me vuelve cada vez más vulnerable y a la vez más visiblemente fría. Es esta incapacidad de querer tanto al resto, que todo se vuelve a la nada y me hace ciega entre los que pueden ser…lo mejor de mi vida.
Por esto a veces, despierto asustada, recordando promesas, con temblores en el cuerpo, pensando que nunca dejará de doler…deseando olvidarme del mundo y de mi insensata persona, que sin ser egoísta del todo, cree ha sido suficiente la culpa y que no volverá a sufrir. Y es allí cuando salgo, huyo por Santiago para encontrar respuestas, mirando e intentando que cada niño, mujer, anciano o joven sonría sin pretender nada más que mostrarse auténtico. A veces, lo logro, escapo y llego a la cima de la felicidad, tocando casi el Sol, pensando que nunca más dudaré... pero otras huyo y llego sólo más lejos de mi nombre, encontrando así…lágrimas…las únicas que jamás he perdido...
…creo que saldré a caminar un momento…
6 commenti:
Sí, Santiago es una mierda, pero igual me gusta esta ciudad. Perdimos la capacidad de asombro o nunca la tuvimos. No la merecemos quizás.
Salir a caminar por las calles es, a veces, más deprimente. Encuentras de todo... mendigos mulas y verdaderos, gente de plástico y de los que le sacan brillo a esta ciudad a precio de huevo.
De todos modos, la necesidad de recorrerlo es muy grande. Si me preguntan... a mí me gusta, si me preguntan por qué... no sé.
que palabras !
(k)
un abrazo chuuupete !
"Salir a caminar"....¿Qué es lo que te afecta tanto?
Sería bueno que tu entorno, tus amigos, el espacio de esparcimiento colectivo significaran ensoñación, tanto como lo produce ese "salir a caminar"
cuando lo logres me avisai:)
chauuu
pd:(comentario al comentario de ...dijo... parece que has visto muchos reportajes del megavision (por lo de los mendigos)
tanya silva hope!
arregle inmediatamente el nombre de uno de sus libros favoritos.
Dice "revelion", donde debiera decir por regla "rebelión...".
No leí tu texto... pero con ése cuerpazo que tienes es suficiente.
chuuu...
lo change* jo se me escapó (la v y la b estan juntas en el tecladito..¬¬) en fin.
...usted debería leer más y babear menos.
Tienes razón, a veces refugiarse en la música no es tan bueno como parece... aunque no es malo tampoco, sólo que hay que saberlo llevar.
Salir a caminar es una buena opción, pero caminar sola da pena... mejor me quedo en mi pieza.
No había podido ver tranquila tu blog, pero ahora lo hice y no dudaré en continuar leyendo lo que escribes ;)
Saludines, cuidese
Besos
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